El acceso a productos financieros, refuerza la conexión entre la meta individual de la mujer y el impacto colectivo, ya que el ahorro femenino, más que una práctica económica, es una inversión en el desarrollo del país.

La mujer moderna asume múltiples roles: profesional, emprendedora, eje del hogar y gestora de sus propias aspiraciones. Prueba de esto es que la brecha de acceso a cuentas d ahorro entre hombres y mujeres se ha reducido en un 3% (Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe, 2023).

Sin embargo, esta misma fuente visibiliza el más grande reto: la falta de la cultura del ahorro. En Costa Rica, persiste una diferencia del 9 % en los montos promedio

de ahorro entre géneros. Por esto, Grupo Mutual ofrece una serie de consejos para las mujeres jefas de hogar y emprendedoras.

  1. Establecer metas alineadas con su vida

Para la mujer moderna, las prioridades pueden incluir: seguridad familiar, independencia económica y desarrollo de un negocio propio, según datos de Gate (2025).

Al definir un “¿para qué?” claro, se facilita el ahorro, el alcance de estudios en

mediano plazo, la vivienda en largo plazo y la protección económica inmediata.

  1. Visualizar y organizar sus múltiples metas
  • Dado que muchas mujeres combinan empleo, familia y negocio, una estrategia útil es dividir sus metas en bloques. Esto evita que un solo objetivo absorba todos los recursos y permite avanzar simultáneamente en varios frentes.
  • Las herramientas digitales, tales como los Sobres GM que permiten dividir el dinero de su cuenta por objetivos y tener a disposición inmediata ese dinero o la Cuenta MultiAhorro que permite abrir hasta 10 subcuentas con su respectiva fecha y monto para cada meta de manera libre o periódica.
  1. Convertir el ahorro en inversión personal y colectiva

Cuando una mujer ahorra y gracias a ello cumple sus metas, no solo construye su

independencia, sino que genera un efecto multiplicador en su entorno.

En el ámbito familiar, según el Banco Interamericano de Desarrollo (2023), los

hogares donde las mujeres gestionan los recursos tienden a destinar hasta un 70 % del ingreso a educación, salud y bienestar familiar, lo que incrementa la resiliencia económica del hogar.

El ámbito de los negocios, según la CEPAL (2024), cada mujer que inicia o fortalece un emprendimiento genera en promedio 2,3 empleos adicionales, entre contrataciones directas y servicios asociados. Además, en Costa Rica, el Ministerio de Economía, Industria y Comercio (MEIC, 2024) reporta que el 33 % de las pymes del país son lideradas por mujeres, y que un 60 % de ellas utiliza ahorros propios como capital inicial. Esto demuestra que el ahorro no solo impulsa autonomía económica, sino también la creación de empleo y estabilidad comunitaria.

Por eso, el acceso a productos financieros que ofrecen flexibilidad, planificación y respaldo institucional, como los de Grupo Mutual, refuerza la conexión entre la meta individual y el impacto colectivo. Reafirmando que el ahorro femenino, más que una práctica económica, es una inversión en el desarrollo del país.

Foto: Karola G