No existe el pleno empoderamiento de las mujeres: 3,100 millones de mujeres y niñas -más de 90 por ciento de la población femenina del mundo- viven en países caracterizados por empoderamiento de mujeres bajo o medio
El contexto mundial, en igualdad de género, se caracteriza por la ausencia de paridad plena, y por la casi totalidad de la población femenina del planeta sin posibilidad de empoderamiento, según los datos más actualizados de la ONU
Las mujeres logran desarrollar, como nivel máximo, un 60 por ciento de su potencial, mientras la brecha de desarrollo humano, con los hombres, es de casi 30 por ciento, denunciaron, en un estudio conjunto, la Entidad de las Naciones Unidas para la Igualdad de Género y el empoderamiento de las Mujeres (ONU Mujeres) y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (Pnud).
Los datos derivan de análisis realizados en el marco de los índices de empoderamiento de las Mujeres (Iem) y Global de Paridad de Género (Igpg), precisaron las dos agencias especializadas de la organización mundial, en el documento que dieron a conocer, el 18 de julio.
El texto fue presentado en el marco de la Conferencia Women Deliver 2023 (Las Mujeres Cumplen, WD2023), llevada a cabo del 17 al 20 de julio en Kigali, la capital de Rwanda, mediterráneo país del oriente africano.
En la información previa al encuentro, los organizadores de la reunión indicaron, en el sitio de WD2023 en Internet, que el tema central de las deliberaciones fue “Espacios, Solidaridad y Soluciones”.
El propósito del cónclave fue el de “romper las barreras, abordar los desafíos e identificar las oportunidades para avanzar en la igualdad de género y mejorar el bienestar de las niñas y las mujeres”.
De acuerdo con lo indicado en el informe, los índices son mediciones complementarias para determinar el cuadro de situación y aportar a la adopción de medidas para hacerle frente, explicaron, en el documento de cuatro capítulos contenidos en 64 páginas, difundido solamente en inglés, titulado “The paths to equal. Twin índices on women’s empowerment” (“Los caminos hacia lo igual. Índices gemelos sobre el empoderamiento de las mujeres”).
Según las respectivas definiciones oficiales -descritas como los “nuevos índices gemelos”-, “el IEM mide el poder y la libertad de las mujeres para tomar decisiones y aprovechar las oportunidades de la vida en cinco dimensiones”, y “el IGPG evalúa la situación de las mujeres en relación con los hombres en dimensiones básicas del desarrollo humano”.
En el caso del Iem, las dimensiones son “salud, educación, inclusión, toma de decisiones y violencia contra las mujeres”, y, para el Igpg, se trata de “la salud, la educación, la inclusión, y la toma de decisiones”.
Al enumerar los “Principales hallazgos”, las agencias revelaron que, “globalmente, las mujeres están empoderadas para lograr, en promedio, solamente 60 por ciento de su pleno potencial, según la medición del IEM, y lograr, en promedio, 28 por ciento menos que los hombres, en dimensiones de desarrollo humano claves, según la medición del IGPG”.
También informaron que “ninguno de los 114 países analizados ha logrado el pleno empoderamiento de las mujeres ni la completa paridad de género”.
“Asimismo, menos de 1 por ciento de las mujeres y las niñas viven en países de alto empoderamiento de las mujeres, así como alta gestión en el logro de paridad de género”, puntualizaron.
Por otra parte, “3,100 millones de mujeres y niñas -más de 90 por ciento de la población femenina del mundo- viven en países caracterizados por empoderamiento de mujeres bajo o medio, y gestión baja o media para el logro de la paridad de género”, indicaron, a continuación.
Sumado a ello, “alrededor de 8 por ciento de las mujeres y las niñas viven en países de bajo o medio empoderamiento de las mujeres, pero alta gestión en lograr la paridad de género”, lo que “sugiere que las pequeñas brechas de género no se traducen, automáticamente, en alto empoderamiento de las mujeres”, precisaron.
Al respecto, ONU Mujeres y Pnud describieron cómo los profundamente enraizados prejuicios patriarcales inciden en los comportamientos de las sociedades.
Al hacerlo, las agencias advirtieron que “ningún país ha logrado alto empoderamiento de las mujeres mientras mantiene una amplia brecha de género”.
Y, de inmediato, pasaron a puntualizar que “esto sugiere que el empoderamiento de las mujeres y las niñas seguirá siendo elusivo hasta que las brechas de género sean eliminadas”.
Las dos agencias especializadas aclararon que, sin embargo, “un más alto desarrollo humano, por sí solo, es insuficiente para empoderar a las mujeres y a las niñas, y generar igualdad de género”.
En ese sentido, agregaron, a manera de ejemplo, que, “de los 114 países analizados, 85 tienen bajo o medio empoderamiento de las mujeres, y baja o media gestión en lograr la paridad de género”.
Al desglosar los relativos avances en ese sentido, informaron que “más de la mitad de los países está en el grupo de alto -21 países- o muy alto desarrollo -26 países-, lo que significa que más alto desarrollo no se traduce, automáticamente en empoderamiento de las mujeres y en igualdad de género”.
Ambas entidades advirtieron que, “con menos de una década para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible, al mundo le falta mucho para hacer realidad los derechos y las libertades fundamentales de las mujeres y las niñas”.
ONU Mujeres y el Pnud hicieron, así, referencia al proceso que, conducente a la determinación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), inició en la conferencia global del 4 al 15 de setiembre de 1995, en Beijing, la capital de la República Popular China.
La Plataforma de Acción de Beijing, y la Declaración de Beijing -que tomaron su nombre de esa ciudad- fueron entonces aprobadas.
La plataforma, consistente en seis capítulos, contenidos en 138 páginas, se define, en el primero de sus 361 artículos, como “un programa encaminado a crear condiciones necesarias para la potenciación del papel de la mujer en la sociedad”.
También señala que su propósito central consiste en “acelerar la aplicación” de estrategias “orientadas hacia el futuro para el adelanto de la mujer1y eliminar todos los obstáculos que dificultan la participación activa de la mujer en todas las esferas de la vida pública y privada”.
Ello, “mediante una participación plena y en pie de igualdad en el proceso de adopción de decisiones en las esferas económica, social, cultural y política”, lo que “también supone el establecimiento del principio de que mujeres y hombres deben compartir el poder y las responsabilidades en el hogar, en el lugar de trabajo y, a nivel más amplio, en la comunidad nacional e internacional”, agrega.
La plataforma es complementada, desde 2015, por la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible que, aprobada ese año por la Asamblea General de las Naciones Unidas, contiene los ODS -17 metas establecidas para cumplirse, a más tardar, para 2030-.
El quinto de los ODS se refiere, específicamente, a “Igualdad de Género”, y apunta a poner fin a todas las formas de discriminación contra las mujeres y las niñas”, señalando, entre otros planteamientos, que ello no solamente constituye un derecho humano básico, sino que es crucial para el desarrollo sostenible.
También determina la necesidad de “eliminar todas las prácticas nocivas, como el matrimonio infantil, precoz y forzado y las mutilaciones genitales femeninas”.
En cuanto al preocupante volumen de ODS pendientes de cumplimiento, ONU Mujeres y Pnud informaron, a manera de ejemplo, que, “hoy, menos de 1 por ciento de las mujeres y las niñas vive en un país con alto empoderamiento de las mujeres y una reducida brecha de género”.
“Y ningún país tiene que tiene alto empoderamiento de mujeres junto con baja o media gestión para lograr la paridad de género, lo que sugiere que ambos son (mutuamente) incompatibles”, aseguraron.
Al informar, en un comunicado que emitió el 18 de julio, sobre la presentación del estudio, ONU Mujeres citó a las máximas autoridades de las dos agencias especializadas mundiales, firmantes de informe.
“Con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, la comunidad mundial se ha comprometido firmemente con la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres”, dijo la directora ejecutiva de ONU Mujeres, la jordana Sima Bahous.
“Sin embargo, podemos ver, claramente, con estos nuevos índices, que, en todos los países, el potencial completo de las mujeres sigue sin realizarse, y las grandes brechas de género siguen siendo comunes, lo que obstruye y ralentiza el progreso en la realización de todos los Objetivos”, advirtió.
Por su parte, el administrador de Pnud, el brasileño Achim Steiner, dijo que el documento “muestra que un desarrollo humano más alto no es, por sí mismo, una condición suficiente, ya que más de la mitad de los países con un desempeño bajo y medio”, en ambos índices, “se ubican en los grupos de desarrollo humano muy alto y alto”.
Bahous planteó, asimismo, que, ante la crítica situación imperante, “se necesita esfuerzos sostenidos para cumplir la promesa de la igualdad de género, garantizar los derechos humanos de las mujeres y las niñas y garantizar que sus libertades fundamentales se realicen plenamente”.
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