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Exprimer ministro dice que natalidad es baja porque las mujeres beben demasiado

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Jaroslaw Kaczynski, exprimer ministro de Polonia, opina que la razón por la cual el país centroeuropeo presenta baja tasa de natalidad es clarísima: las mujeres beben demasiado alcohol

La afirmación del secretario general del gobernante partido Prawo i Sprawiedliwość (Ley y Justicia, PiS), ex primer ministro (2006-2007) y ex viceprimer ministro (2020-2022) polaco, Jaroslaw Kaczynski, generó la reacción de organizaciones de sociedad civil, descalificando las expresiones del misógino dirigente político.

Una de las oenegé s –Strajk Kobiet (Huelga de Mujeres)- convocó a un plantón de protesta, frente a la residencia de Kaczynski, para el 28 de noviembre, cuando se conmemorará el 104 aniversario del voto femenino en Polonia.

En el marco de la campaña proselitista con miras a la elección parlamentaria programada para 2023, el máximo dirigente del derechista Ley y Justicia hizo referencia al hecho de que, en Polonia, “nacen muy pocos niños” nacen en Polonia, y, en tono de advertencia, afirmó que esa situación implica “retos demográficos” para el país.

A veces, es necesario decir, un poco abiertamente, algunas cosas”, expresó. “Si, por ejemplo, la situación sigue siendo tal que, hasta los 25 años, las chicas, las mujeres jóvenes, beben lo mismo que sus compañeros, no habrá niños”, aseveró.

No conforme con eso, Kaczynski amplió su alarde de ignorancia machista, al definir lo que considera como el tiempo que transcurre, respectivamente, para hombres y para mujeres, hasta adquirir la adicción a las bebidas alcohólicas.

“Recuerden que un hombre tiene que beber en exceso, durante 20 años en promedio, para desarrollar alcoholismo”, mientras que “en el caso de una mujer ese plazo se reduce a sólo dos”, aseveró.

Pero Kaczynski es no solamente misógino, sino que su discriminatoria personalidad se completa con una marcada homofobia.

En declaraciones que formuló en 2005 -dos años después de haber asumido la conducción de Ley y Justicia, y un año antes de convertirse en primer ministro-, el dirigente planteó que “la afirmación de la homosexualidad, conducirá a la caída de la civilización”. Por lo tanto, “no podemos aceptarla”, agregó.

Según ese enfoque socialmente excluyente, señaló que “no se debe aislar a los homosexuales, pero no deben ser maestros de escuela, por ejemplo”.

“En todo caso, los homosexuales activos, no, definitivamente”, precisó, a continuación.

Respecto al movimiento defensor de los derechos de la comunidad sexualmente diversa, Kaczynski lo describió, catorce años después, como una amenaza, de origen foráneo, para el país.

“Estamos enfrentados a un ataque directo, a la familia y a los niños: la sexualización de los niñas, todo el movimiento Lgbt, el género”, aseveró, para agregar que “esto es importado (…) amenaza nuestra identidad, nuestra nación (…) por lo tanto, el Estado polaco”.

En reacción a la presunta relación entre el consumo de alcohol por parte de mujeres y el bajo índice de natalidad polaco, Strajk Kobiet aclaró, en un comunicado que difundió el 8 de noviembre, en la red social Facebook, que las afirmaciones del político derechista son un ejemplo de la realidad nacional.

“Las tontas palabras de un viejo sobre las polacas, de que las mujeres no tienen hijos porque toman alcohol -y no porque Polonia es un infierno-, son, apenas, un fragmento de nuestra realidad”, indicó.

La oenegé aseguró que son numerosas las razones por las cuales la incidencia de nacimientos es escasa, en el país europeo.

Entre otras, destacó “la prohibición (…) del aborto”, además de “la falta de acceso a la educación sexual y a los procedimientos in vitro”, lo mismo que “la inflación, la escasez de vivienda, y la falta de acceso a guarderías”.

El bajo índice de natalidad obedece, de acuerdo con análisis de situación por parte de diversas fuentes de sociedad civil, entre una de las principales razones, al hecho de que una considerable proporción de mujeres evita el embarazo, como consecuencia de la estricta legislación antiaborto vigente en el país europeo de mayoría católica.

La interrupción del embarazo está prohibida, con solamente dos excepciones: si la vida o la salud de la mujer está en riesgo, y si es resultado de violación o incesto.

Para el primer caso, la realización del procedimiento requiere consentimiento médico.

Para el segundo, se requiere certificación por parte de un fiscal.

Cuando se trate de una menor, es necesario el consentimiento paterno.

Si bien las mujeres quienes deciden abortar no son penalmente acusadas, el personal médico que ordene o lleve a cabo un aborto, lo es -incluida la condena a prisión-.

Por otra parte, quien persuada a una embarazada a abortar, comete, según la legislación vigente, un delito. Igualmente, la automedicación con pastillas antiaborto no es legal, pero la ayuda en ese sentido, constituye un delito.

A causa de las estrictas disposiciones antiaborto, las mujeres quienes tratan de terminar el embarazo, deben salir de Polonia -en los casos en que pueden financiar el desplazamiento-.

Los destinos principales son las limítrofes Alemania (al oeste) y República Checa (al suroeste), países donde el procedimiento es permitido.

Las afirmaciones de Kaczynski fueron, igualmente, cuestionadas por líderes de sociedad civil -incluidos dirigentes políticos opositores-, quienes criticaron el hecho de que el ex gobernante de 73 años, opina sobre la maternidad, sin perjuicio de que no tiene hijos.

 

 

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