La decisión de mantener la prohibición de la mutilación genital femenina va en consonancia con los compromisos regionales e internacionales de Gambia de prevenir las prácticas nocivas contra las niñas y las mujeres
En julio de este año, tras conocer la votación de la Asamblea General de Gambia, de mantener la prohibición de la mutilación genital femenina, organizaciones como Unicef y ONU mujeres, elogiaron el compromiso de esta nación con los derechos humanos, la igualdad de género y la protección de la salud y el bienestar de las niñas y las mujeres.
La mutilación genital femenina consiste en el corte o la extirpación parcial o total de los genitales femeninos externos. Esta práctica, que se realiza sobre todo en niñas lactantes y de corta edad, puede provocar graves daños físicos y psicológicos a corto y largo plazo, como infecciones, trastorno por estrés postraumático y complicaciones en el embarazo.
La Ley (de Enmienda) de la Mujer de 2015, un hito fundamental para el progreso en materia de igualdad de género es la culminación de años de promoción, participación comunitaria y educación para erradicar esta práctica nociva y cumplir con las metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (en particular, la meta 5.3). Por tanto, es fundamental que estas protecciones legales sigan en vigor.
La decisión de mantener la prohibición de la mutilación genital femenina va en consonancia con los compromisos regionales e internacionales de Gambia de prevenir las prácticas nocivas contra las niñas y las mujeres, así como con la Convención sobre los Derechos del Niño, la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer, la Carta Africana sobre los Derechos y el Bienestar del Niño, y el Protocolo de Maputo para la protección de los derechos de las mujeres africanas.
Además de reconocer esta importante decisión del parlamento nacional, alabamos el incansable esfuerzo de las supervivientes, los activistas, las organizaciones de la sociedad civil y los grupos confesionales para eliminar la mutilación genital femenina. Mantener la prohibición es una forma de defender estas iniciativas comunitarias, que son fundamentales para eliminar todas las formas de violencia contra las niñas y las mujeres (incluidas las prácticas nocivas) y velar por que el futuro de las niñas y las mujeres de Gambia y de todo el mundo sea más seguro y saludable.
Por otro lado, no podemos subestimar la fragilidad del progreso hacia la erradicación de la mutilación genital femenina. Los ataques contra los derechos de las mujeres y las niñas en países de todo el mundo han puesto en peligro avances que ha costado mucho conseguir. En algunos países, el progreso se ha estancado o incluso ha retrocedido debido a la resistencia contra los derechos de las niñas y las mujeres, la inestabilidad y los conflictos, que interrumpen los servicios y los programas de prevención.
Por ello, y a pesar de ser un punto de partida fundamental para las intervenciones, las prohibiciones legislativas son insuficientes para acabar por sí solas con la mutilación genital femenina. En la actualidad, más del 73% de las niñas y las mujeres de entre 15 y 49 años del país ya se han visto sometidas a esta práctica nociva, muchas de ellas antes de cumplir cinco años.
Lo acontecido en los últimos meses pone de relieve la necesidad de continuar los esfuerzos de promoción para promover la igualdad de género, eliminar la violencia contra las niñas y las mujeres y salvaguardar los avances conseguidos para acelerar la erradicación de la mutilación genital femenina. Además, subraya la importancia de hacer partícipes a las comunidades y las organizaciones locales y de trabajar con los líderes tradicionales y religiosos y los dirigentes políticos, formar a los profesionales de la salud y concienciar acerca de los perjuicios de esta práctica.
Sigue resultando imprescindible apoyar a las supervivientes de la mutilación genital femenina. Muchas sufren efectos físicos y psicológicos a largo plazo y requieren atención médica y psicológica integral para sanar las heridas infligidas por esta nociva práctica.
Mantenemos firme nuestro compromiso de dar apoyo al gobierno, la sociedad civil y las comunidades de Gambia en la lucha contra la mutilación genital femenina. Juntos, seguiremos trabajando sin descanso para garantizar que todas las niñas y las mujeres puedan vivir libres de la violencia y las prácticas dañinas, así como que se respeten sus derechos, su integridad física y su dignidad”.
Foto: Timon Cornelissen