Todas las personas tenemos un papel que desempeñar en la promoción de la igualdad de género. Ojalá consigamos que la historia recuerde 2025 como el año en el que el mundo se negó a rendirse en esta lucha.

El 30.° aniversario de la Plataforma de Acción de Beijing nos brinda una ocasión que no debemos desaprovechar para recordar a líderes y activistas que nuestro futuro común depende de la igualdad de género y del empoderamiento de todas las mujeres y niñas.

Todas las personas tenemos un papel que desempeñar en la promoción de la igualdad de género y los derechos de las mujeres

Aunque los Gobiernos son los principales responsables de cumplir los compromisos establecidos en la Plataforma, todas las personas debemos colaborar en la defensa de la igualdad de derechos, poder y oportunidades. Ojalá consigamos que la historia recuerde 2025 como el año en el que el mundo se negó a rendirse en esta lucha.

¿Qué pueden hacer los Gobiernos?

Las Naciones Unidas han hecho un llamado a los Gobiernos de todo el mundo para que actúen con firmeza y decisión en favor de todas las mujeres y niñas. Para cerrar la brecha de género a escala mundial para 2030 se requerirá una inversión anual de 360.000 millones de dólares, pero el costo de la inacción es mayor.

A continuación se describen seis acciones que pueden marcar una diferencia real, y sitúan el liderazgo de las jóvenes y adolescentes en el corazón de todas las iniciativas.

1.     Para todas las mujeres y niñas: una revolución digital

Al cerrar la brecha digital de género, podrían ahorrarse 500.000 millones de dólares a lo largo de los próximos cinco años. La tecnología debe ser un motor de igualdad, no de exclusión. Es preciso apoyar el Pacto Digital Global y poner en marcha políticas encaminadas a superar la brecha digital de género, y garantizar la igualdad de acceso a la tecnología y el liderazgo de todas las mujeres y niñas en este ámbito.

2.     Para todas las mujeres y niñas: acabar con la pobreza

Casi una de cada diez mujeres vive en la pobreza extrema. Los servicios públicos y la protección social amplían las oportunidades económicas y la seguridad de las mujeres. Las mujeres también realizan al menos el doble de trabajo de cuidados no remunerado que los hombres. Los cuidados son la piedra angular de cualquier sociedad; una tarea que suele realizarse sin pago o con un pago insuficiente. Pero eso no tiene por qué ser así. Si se cerraran las brechas en la esfera de los cuidados, se podrían crear 300 millones de empleos de aquí a 2035. Es necesario invertir parte de los presupuestos nacionales en el fortalecimiento de la protección social y los servicios públicos (en particular los de cuidados), a fin de combatir la pobreza y ofrecer a las mujeres las mismas oportunidades de prosperar.

3.     Para todas las mujeres y niñas: tolerancia cero a la violencia

Una de cada tres mujeres sufre violencia a lo largo de su vida. Si bien a nivel mundial existen numerosas leyes, a menudo se implementan de manera deficiente y hacen falta inversiones en estrategias de prevención. Es preciso adoptar, implementar y financiar leyes y políticas nacionales que dejen claro que la violencia contra las mujeres no quedará impune en ningún caso, y apoyar a las organizaciones locales de mujeres.

4.    Para todas las mujeres y niñas: poder de decisión pleno e igualitario

En el mundo, las decisiones que afectan a la vida de las mujeres siguen siendo adoptadas en su inmensa mayoría por hombres. Esto no solo es injusto, sino que además es ineficiente. Es necesario implementar leyes y políticas, así como medidas especiales de carácter temporal, que permitan aumentar la cifra de mujeres en puestos de toma de decisiones en la política, las empresas y las instituciones.

5.     Para todas las mujeres y niñas: paz y seguridad

Más de 600 millones de mujeres y niñas viven cerca de conflictos armados, mientras que la violencia sexual relacionada con los conflictos se disparó un 50 por ciento solo el año pasado. Las organizaciones de mujeres son las primeras en responder ante las crisis y las mayores defensoras de la paz. Sin embargo, siguen estando infravaloradas e insuficientemente financiadas. Es necesario adoptar planes nacionales y dotarlos del financiamiento requerido para aumentar la participación significativa de las mujeres en todos los aspectos de la paz y la seguridad, así como financiar a las organizaciones de mujeres en contextos de conflicto y crisis.

6.     Para todas las mujeres y niñas: justicia climática

A medida que la crisis climática y la pérdida de biodiversidad se aceleran, las mujeres y niñas —en especial las que viven en comunidades rurales e indígenas— sufren de manera desproporcionada sus devastadores efectos; pero también son las primeras en aportar

soluciones. Prioricemos los derechos de las mujeres y niñas y su liderazgo en la acción por el clima aumentando la inversión y mejorando su acceso a empleos respetuosos con el medio ambiente, por ejemplo, en esferas como los cuidados, la agricultura sostenible y la energía renovable.

¿Qué podemos hacer a escala individual?

Defender la igualdad de género en nuestras propias vidas:

en nuestro trabajo, nuestras comunidades y nuestras propias familias y relaciones. Tomemos una decisión consciente la próxima vez que votemos, contratemos a alguien, decidamos quién se ocupa de las tareas del hogar o aboguemos por las inmensas posibilidades de las niñas en nuestras vidas.

Fuente: ONU Mujeres

Foto: Mohammed Alim