Es un trastorno benigno, no produce cáncer, pero es necesario que las pacientes lleven al pie de la letra el tratamiento recomendado para no alterar su rutina.

Es normal que durante el periodo de la menstruación algunas mujeres sufran de dolores en la zona baja. Muchas dicen “me duelen los ovarios”, pero hay quienes todos los meses experimentan un verdadero calvario y todo gracias a un padecimiento llamado endometriosis.

La endometriosis se produce cuando el tejido de revestimiento del útero crece fuera de él, Yader Sandoval, médico, lo explica de la siguiente manera: “imagínese una pera y el endometrio son las semillas, entonces esas semillas están fuera y es lo que causa la endometriosis”. De acuerdo con Sandoval, ese tejido puede ubicarse en la pelvis, ovarios, pulmones o cerebro.

Fuente: https://www.reproduccionasistida.org/endometriosis-y-fertilidad/

Todavía la ciencia no ha logrado determinar qué lo causa, existen varias teorías, según el sitio Medlineplus una de ellas es que cuando la mujer tiene su periodo las células pueden regresar a través de las trompas de Falopio hasta la pelvis, una vez allí, se fijan y se multiplican, esto se conoce como flujo retrógrado.

Cun.es señala otra posible causa: un aparente defecto de la inmunidad responsable de la limpieza de microbios y de células anormales en el abdomen. Las defensas son de menor calidad y ello impediría que reconociesen como extrañas las células endometriales (normalmente sólo dentro del útero) y les dejaran paso libre para su siembra en los órganos internos.

“Otra teoría que se sostiene mucho es que cuando la mujer se está formando en el vientre algunas de esas células del endometrio quedaron por fuera y que una vez que llega la adolescencia, maduraron”, declaró Sandoval.

Algunas hipótesis indican que es hereditaria, pero de madre a hija, aunque también se ha visto en damas que tuvieron embarazos muy tempranos.

Diagnóstico y tratamiento

La doctora Melba Vázquez enumeró los síntomas: dolor menstrual de leve a severo que no inicia años después de la primera menstruación, dolor al tener relaciones sexuales, sangrado uterino anormal, problemas para poder embarazarse por obstrucción de las trompas de Falopio o por lesiones en los ovarios, dolor abdominal de leve a severo por adherencias pélvicas y otros síntomas fuera de la cavidad abdominal como sangrado nasal, rectal, tos con sangre, orina con sangre que es cíclico, pequeños sangrados inter menstruales, por lo que es importante que todas las damas que presenten estos síntomas consulten.

Hay tres tipos de endometriosis:

  • Endometriosis peritoneal: presenta lesiones superficiales en los ovarios o en la serosa peritoneal.
  • Endometriosis ovárica: este tipo de quistes que contienen un fluido espeso suelen formar adherencias con el peritoneo de la fosa ovárica, las trompas y el intestino.
  • Endometriosis profunda: esta es la forma más severa y en ella se forman nódulos que afectan, sobre todo, a la zona de los ligamentos útero-sacros aunque puede llegar a los uréteres, el intestino y la vejiga.

“Cuando se confirma el diagnóstico hay dos tratamientos: con medicamentos que son múltiples y si no mejora se realiza tratamiento quirúrgico, cuando es muy severo a veces se hace tratamiento quirúrgico y médico”, expresó la doctora Vázquez.

Los tratamientos médicos dependerán de la severidad del caso, los más usados son analgésicos antiinflamatorios, anticonceptivos orales, progestágenos, danazol, gestrinona, DIU con levonorgestrel.

En el caso de los quirúrgicos está la cirugía conservadora que se realiza por laparoscopía y consiste en resecar o quitar con bisturí, cauterio o con rayos láser los tejidos endometriales que están fuera de la cavidad uterina.

Cirugía radical o definitiva se hace por laparotomía o a cielo abierto y es para extirpar los endometriomas, en ocasiones muy severas se debe realizar histerectomía o extracción de grandes tumores de endometrio.

Respecto a la concepción, la endometriosis no es una causa de infertilidad, pero sí es necesario que la paciente comente esto con su médico de cabecera para realizar algún otro tratamiento que permita el embarazo.

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