Toda víctima de abuso sexual tiene derecho a ser atendida a la brevedad posible, declarar en un lugar privado y seguro, a que se respete la confidencialidad de la información que brinde, a recibir apoyo legal, psicológico y social.
Para nadie es un secreto que los delitos sexuales afectan a miles de personas por año, principalmente a mujeres y niños, quienes son víctimas de violaciones y abusos sexuales.
Pese a que se realizan esfuerzos por tratar de eliminar o al menos reducir dicho número, las estadísticas no son las mejores.
En Costa Rica, de acuerdo con el Poder Judicial, a nivel nacional, los delitos de ámbito sexual representan aproximadamente el 4% de la totalidad de las denuncias interpuestas ante el Ministerio Público.
Dicha institución, asegura que esta es la cuarta causa de delito por título del Código Penal ingresados como nuevos cada año, detrás de los delitos Contra la Propiedad, Contra la Vida y de Violencia contra la Mujer.
Según los datos del Observatorio de violencia de género contra las mujeres, en el 2014 se registraron un total de 1530 casos de violación en las Fiscalías Penales de Adultos, es decir, entre cuatro y cinco denuncias por día. Para el 2015, la situación no fue muy diferente, ya que se estima que por día se presentaron entre cinco y seis denuncias por violación.
“Esta es una cifra que solamente representa aquellas situaciones en las que las mujeres deciden interponer una denuncia por este delito, estamos claras que no es un número que no refleja la realidad y que probablemente hay muchas mujeres más las que sufren este tipo de violencia sexual”, aseguró Ana Hidalgo, encargada del área de violencia del Instituto Nacional de la Mujer (INAMU).
Por ello, la experta reconoce que aún falta mucho por hacer para disminuir dichos números y poder ofrecer una mejor calidad de vida a las mujeres.
“Hay esfuerzos pero aún queda trabajo por hacer y tal vez lo más importante es cómo prevenir que la violación no ocurra, que es de la parte más compleja, pues tiene que ver con los cambios culturales, ya sea el acoso callejero, el hostigamiento sexual, violaciones, porque todos son manifestaciones de una misma forma de violencia y que parte de una cultura o una ideología en la que se transmite que las mujeres somos un objeto sexual”, añadió.
Niñas son la población más vulnerable
Pese a los esfuerzos por cambiar la situación del país en cuanto a esta problemática, los menores de edad, especialmente las niñas, continúan siendo la población más vulnerable.
Así lo reflejan las estadísticas, ya que solamente para el 2014, se presentaron un total de 2782 casos de abuso sexual a menores, según el Poder Judicial.
La problemática recae en que en muchas ocasiones no se realiza la denuncia, pues no se le cree al menor de edad, lo cual de acuerdo con Valeria Tapia, psicóloga del Patronato Nacional de la Infancia (PANI), es una equivocación, ya que el menor debe sentirse protegido, con confianza y que no se le culpe.
Y aunque detectarlo no siempre es tan fácil, es importante que los padres de familia o incluso los familiares o encargados del menor, estén pendientes a su comportamiento, pues este es una clara señal de lo que puede estar pasando.
“Existen indicadores físicos que son muy claros, como sangrado, brotes y quemaduras específicamente en las zonas genital; y también es importante prestarle atención a los indicadores conductuales que están relacionados a la depresión, aislamiento, falta de apetito, cambios en la personalidad y conductas más sexualizadas, seductora y que no van acorde a la etapa de desarrollo”, explicó.
Denuncie
Ante ello, es importante que tome en cuenta que el ente al que se debe acudir para interponer una denuncia por delitos sexuales son los Tribunales de Justicia, mediante las diferentes fiscalías del país.
La persona que ha sido víctima puede denunciarlo de forma personal, oral o por escrito indicando el nombre y apellidos de la persona que en apariencia cometió el hecho o delito (si lo sabe), el lugar donde ocurrió el hecho y una descripción de los detalles de cómo ocurrió. Para ello, necesita, cédula de identidad, pasaporte o cualquier otro documento de identificación.
Posteriormente, tiene derecho a ser atendida a la brevedad posible, declarar en un lugar privado y seguro, a que se respete la confidencialidad de la información que brinde, a recibir apoyo legal, psicológico y social, en las oficinas de atención a las víctimas del ministerio público.
En caso de violación, acudir al hospital más cercano para que se le brinde gratuitamente tratamiento preventivo contra el vih/sida; si son mujeres adultas mayores, indígenas, migrantes, menores de edad, con discapacidad, a recibir una atención acorde con sus necesidades.
kim-herrera@hotmail.com