El cáncer es una de las principales causas de muerte, su incidencia aumenta día tras día y su atención refleja una gran desigualdad
En 2021 provocó diez millones de decesos. Los países de renta baja y media registran un porcentaje desproporcionado de afectación. Dos agencias de la ONU ayudan a los gobiernos a proporcionar cuidados médicos.
En 2021 el mundo registró 20 millones de diagnósticos nuevos de cáncer y diez millones de personas murieron a causa de la enfermedad, cifras que seguirán aumentando en las próximas décadas según previsiones de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La OMS lamenta que se produzca tan alto número de fatalidades por un padecimiento que se puede tratar en todos sus tipos y que, en muchos casos es prevenible y curable.
El cáncer afecta de manera desproporcionada a los países de ingresos bajos y medios en términos de casos y muertes. La OMS y el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) estiman que para 2040 más del 70% de los fallecimientos ocurrirán en esas naciones.
Desigualdad de acceso a los tratamientos
La atención del cáncer, como la de tantas otras enfermedades, refleja las desigualdades de nuestro mundo, apuntaron los organismos aludiendo a la brecha entre los países de renta alta, que cuentan con tratamientos integrales en más del 90% de los casos, y los de bajos ingresos, donde esa tasa es del 15%.
De manera similar, la supervivencia de los niños diagnosticados con cáncer es superior al 80 % en los países de ingresos altos y menor al 30 % en los países de ingresos bajos y medios.
En cuanto a la supervivencia del cáncer de mama cinco años después del diagnóstico, supera el 80 % en la mayoría de los países de ingresos altos, en comparación con el 66 % en India y sólo el 40 % en Sudáfrica, por ejemplo.
La OMS enfatizó también que un diagnóstico de cáncer puede empujar a las familias a la pobreza, particularmente en los países de bajos ingresos, ya que sólo el 37% de ellos cubre los tratamientos para el cáncer dentro de su sistema de sanidad pública. Esta situación se ha exacerbado durante la pandemia de COVID-19.
Este año, la jornada mundial contra el cáncer pugna por reducir esta inequidad de acceso al diagnóstico y tratamiento de la enfermedad y destaca las acciones que se han emprendido con ese objetivo.
La OMS y el OIEA indicaron que no se han implementado las intervenciones recomendadas para prevenir el cáncer y otras enfermedades no transmisibles y que su tratamiento sigue siendo inaccesible en muchas partes del mundo. La radioterapia es clave en el tratamiento
Las agencias de la ONU detallaron que cerca de la mitad de las personas diagnosticadas con cáncer puede requerir radioterapia como parte de su atención – una proporción que aumenta en países donde la enfermedad a menudo se detecta tarde-, y subrayaron que muchos países no cuentan con una sola máquina para dar el tratamiento.
Esa disparidad es particularmente aguda en África, donde casi el 70 % de los países informaron que, en general, la radioterapia no está disponible para sus poblaciones.
Recordaron que para abordar la carga del cáncer se requiere un enfoque multisectorial y multidisciplinario basado en la cobertura sanitaria universal para la prevención, detección temprana, diagnóstico, tratamiento y paliación efectivos de la enfermedad.
Editado y reproducido del boletín institucional ONU Noticias
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