La primera presidenta de Honduras, Xiomara Castro, se convirtió en también la primera jefa máxima de las fuerzas militares del país centroamericano, y, en su primer mensaje al sector armado, comprometió, ante las mujeres quienes integran sus filas, pleno respaldo en materia de igualdad de género.
La izquierdista mandatara recibió, el 25 de febrero -casi un mes después de haberse convertido en jefa de Estado-, el bastón de mando de las Fuerzas Armadas de Honduras (FAH), lo que formalizó, en un nuevo hecho sin precedente en la historia nacional, su asunción del cargo de comandante general del sector militar.
Castro también pasó a desempeñarse, cuatro días después, como la máxima autoridad de la Policía Nacional (PN).
Durante la ceremonia militar, llevada a cabo en el Campo de Parada Marte, del Primer Batallón de Infantería, ubicado en la localidad de Las Tapias, en el central departamento (provincia) de Francisco Morazán, Castro se dirigió, específicamente, a las militares hondureñas.
“Mujeres de las Fuerzas Armadas: contarán con todo mi apoyo, para que puedan participar, de manera equitativa e igualitaria, al interno de la institución”, expresó, acompañada por el secretario (ministro) de Defensa Nacional, José Manuel Zelaya, y el jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas de Honduras, el contralmirante José Jorge Fortín.
Al recibir, de Fortín, el símbolo de mando militar, la presidenta aseguró, además, que “el bastón de mando representa la autoridad para comandar las Fuerzas Armadas con honor, lealtad y sacrificio, siempre al servicio del pueblo”.
También expresó que, “como comandanta general de las Fuerzas Armadas, me propongo fortalecer la institución, e identificar y asignar recursos para potenciar el equipo de la institución, con especial énfasis de la Fuerza Aérea de Honduras”.
Al hacer efectiva la entrega del emblema de máxima jerarquía en el sector militar hondureño, Fortín garantizó obediencia de la estructura castrense al poder civil.
“Señora presidenta y comandante general: tenga la plena seguridad que estamos en la disposición de acompañarla de forma subordinada”, expresó el recientemente designado jerarca de las FAH.
Durante la actividad, Zelaya expresó conceptos coincidentes.
“Señora presidenta: ponemos en sus manos, este día, el bastón de mando, en su calidad de comandante general de las Fuerzas Armadas, con la seguridad que los hombres y mujeres que han abrazado la carrera militar, a lo largo de la historia, están comprometidos con los grandes intereses del pueblo hondureño”, aseguró.
La asunción de la jefatura, por parte de Castro, se enmarcó en el fuerte desprestigio de las FAH, a causa, entre otros motivos, de su partición en el cruento golpe de Estado que derrocó, en junio de 2009, al presidente (2006-2009) Manuel “Mel” Zelaya -esposo de Castro-.
Un factor que, igualmente, ha incidido en la negativa imagen de los militares hondureños es el apoyo que proporcionaron al fraude electoral que mantuvo en el poder -no obstante la prohibición constitucional de reelección-, al ex presidente (2014-2018, 2018-2022) Juan Orlando Hernández.
Popularmente conocido como JOH -por sus iniciales-, Hernández está, desde febrero, detenido, a la espera de que se defina si será será extraditado a Estados Unidos, bajo cargos de participación en narcotráfico.
El secretario de Defensa expresó, asimismo, a Castro, apoyo a “las acciones de seguridad ciudadana que encabeza la Policía Nacional y demás instituciones”.
Ello, “siempre haciendo hincapié en seguir la profesionalización y capacitación, de todos los miembros de las Fuerzas Armadas, en el respeto a los derechos humanos”, aseguró, a continuación.
En cuanto a la PN, castro recibió, el 1 de marzo, el bastón de mando policial, según informó, ese día, en un comunicado, la Presidencia hondureña.
La fuerza policial “debe ser un modelo de respeto irrestricto a los derechos humanos”, subrayó la mandataria, durante la actividad que, llevada a cabo en la sede de la Dirección General de la Policía, tuvo la presencia del secretario de Seguridad, Ramón Sabillón, y del director general de la fuerza de esa fuerza de orden público, Héctor Gustavo Sánchez.
Además de otras autoridades gubernamentales y policiales, en la ceremonia participaron numerosas mujeres de la PN, entre ellas, las nuevas titulares de unidades.
De acuerdo con versiones periodísticas locales, cuatro de las 18 jefaturas departamentales (provinciales), lo mismo que diversas unidades especiales -incluidas la encargada de investigar femicidios, y la de representación nacional de la Organización Internacional de Policía Criminal (International Criminal Police Organization, Interpol)-, pasan a ser dirigidas por mujeres.
En cuanto a las cuatro primeras, se trata de las jefaturas, respectivamente, de los departamentos (provincias) de Intibucá (en el oeste) -a cargo de la subcomisionada Eunice Flores-, Islas de la Bahía (Caribe) -encomendada a Lorena Patricia Hernández-, La Paz (suroeste) -bajo el mando de Rosa Abilia Cruz-, y Valle (suroeste) -dirigida por Jessyca María Aguilar-.
Respecto a la jefatura de la Unidad de Interpol, la nueva titular es la comisaria Adela María Serrano, mientras que el Departamento de Investigación de Delitos, Femicidios y Conexos, es responsabilidad de la comisaria Sulay Maylin Ponce.
La fuerza policial hondureña ha sido objeto de reiterados e infructuosos intentos de restructuración -en todos sus niveles-, a causa de la denunciada corrupción que, masivamente, la afecta -principalmente, por infiltración de estructuras de crimen organizado, en particular, de tráfico de drogas-.
En este sentido, uno de los mayores escándalos es el ocurrido en 2009.
Al respecto, medios de comunicación -a nivel local lo mismo que internacional- revelaron la conspiración policial de alto nivel para asesinar al entonces titular de la Dirección de Lucha contra el Narcotráfico (Dlcn) –“zar antidrogas”-, el general retirado Julián Arístides González -conocido por el apodo de “El Tieso”-.
González fue fatalmente baleado, la mañana del 8 de diciembre de ese año, por sicarios, mientras se desplazaba, en vehículo, por un sector de Tegucigalpa.
Al informar, en su sitio en Internet, sobre las actuales designaciones femeninas en posiciones de jefatura policial, la PN indicó que “se ha dispuesto en esta nueva administración policial, que las mujeres dirijan la mayoría de las jefaturas policiales, reconociendo así sus capacidades, destrezas, valores, profesionalismo, liderazgo y análisis en toma de decisiones acertadas para el bienestar policial como ciudadano”.
También indicó -sin precisar cifras totales, que, “en este año 2022 ya se contabilizan 169 mujeres oficiales y más de 2 mil setecientas femeninas que forman parte de la Escala Básica de la institución policial”.