Se han producido libros, series y películas de Margaretha Geertruida Zelle, mejor conocida como Mata Hari,la famosa bailarina neerlandesa cuyo nombre significa Ojo del día.

En el 1904, después de haberse casado, tener dos hijos y divorciarse, llega a París y aprovechando su cabello largo oscuro y facciones extranjeras heredados de su madre y conocimientos orientales, se hizo pasar por una princesa de Java con el nombre de Mata Hari. Debutó en el Museo Guimet y a partir de allí vivió ejerciendo de bailarina exótica, protagonizando espectáculos de strip-tease que comenzaron a darle renombre.

En París hacían largas filas  por conseguir espacios en sus espectáculos de danzas sagradas y erótica, que aseguraba había aprendido con su gente desde su niñez. Para deslumbrar al público usaba unos finos velos translúcidos que se iba despojando poco a poco durante el acto, hasta quedar vestida únicamente con una malla del mismo color de su piel y las joyas orientales que lucía. Aunque daba la ilusión de que se desnudaba casi completamente, lo cual era el principal atractivo de su número, nunca llegó a mostrar sus pechos. Muy rápido se hicieron populares las fotografías publicitarias de sus espectáculos.

Amparada por el mito que había creado, tuvo romances secretos con numerosos funcionarios militares e incluso políticos de alto nivel, y, en general, con la alta sociedad. Para 1910, habían surgido muchas imitadoras, y aunque su fama y la de sus espectáculos crecían, iba perdiendo sus encantos físicos porque no era tan joven y había ganado peso, por lo que tuvo que ejercer con más frecuencia de cortesana para seguir manteniendo el mismo nivel de vida.

En 1916, se enamoró de Vadim Maslov, un joven oficial ruso de 23 años que estaba al servicio de Francia, y que fue gravemente herido en el frente francés perdiendo el ojo izquierdo. Ella acudió al buró de las autoridades francesas para conseguir un visado especial para el tránsito por el territorio en guerra, que era necesario para visitar a su amante en el hospital de campaña donde se encontraba. A cambio de este visado especial, aceptó espiar para la república francesa.

El 13 de febrero de 1917, fue detenida por las autoridades francesas, acusada de espionaje, de ser una agente doble para Alemania y de haber sido la causa de la muerte de miles de soldados. Fue sometida a juicio en Francia el 24 de julio de 1917 y declarada culpable de espionaje y alta traición sin pruebas concluyentes y basadas en hipótesis no probadas que hoy en día serían insostenibles en un juicio moderno. De hecho, una asociación de su ciudad natal solicitó al Ministerio de Justicia francés una revisión póstuma del caso, pero esta petición no fue atendida.

Fue ejecutada a los 41 años en 1917 por un pelotón de fusilamiento en la fortaleza de Vincennes. La leyenda sostiene que la escuadra debió llevar los ojos vendados para evitar que sucumbieran a su encanto.

Con más de un siglo de su muerte Mata Hari sigue siendo un personaje de leyenda; la princesa, la cortesana, la espía, la bailarina, la mujer ojo del día.