Hoy se reporta que el uso del cubrebocas está provocando en algunas personas agravamiento de las enfermedades de la piel, en particular el acné

El acné es una de las alteraciones cutáneas más conocidas en nuestra sociedad. Su frecuencia es tan alta en la adolescencia que se tiende a creer, equivocadamente, que es una manifestación más de la pubertad.

Tradicionalmente se llegó a considerar el acné como una característica sin importancia, con un carácter estrictamente cosmetológico. Hoy sabemos que, por el contrario, tiene una enorme importancia médica, pues con frecuencia nos habla de la estabilidad hormonal de la mujer y muchas veces nos permite inferir determinadas alteraciones, sobre todo de origen glandular.

Por eso, debemos entender que el acné es una enfermedad de la piel, aunque a veces es leve, transitoria y sin transcendencia, en otros casos puede convertirse en una entidad importante con severas consecuencias.

En la mujer, es común que el acné sea producto de alteración en la producción de las hormonas de los ovarios. Por esa razón, es frecuente que se presente con otras manifestaciones ginecológicas como reglas irregulares, dolorosas, así como también sangrados abundantes, entre otras.

También es común que el acné en la mujer se acompañe de un aumento en el vello sexual, que suele ser evidente en la cara. Así, en la patilla el pelo se prolonga como si fuera una barba incipiente, como un halo oscuro que recorre el ángulo mandibular. De igual forma, el vello localizado debajo de la nariz y arriba del labio superior se vuelve más notorio y, en algunos casos, se hace evidente en el rostro simulando, de manera atenuada, el clásico bigote masculino.

También, la presencia en las piernas de un vello grueso, negro, fuerte y ensortijado, característico del varón, que al rasurarlo hasta punza “como si fueran espinas” y muestra los folículos pilosos con aspecto de “piel de gallina”, suele ser otra señal de un problema hormonal.

En algunos casos, el vello anómalo está en zonas más íntimas, como por ejemplo en las mama/senos. La presencia de esos vellos gruesos y aislados alrededor de la areola, y en casos más severos en el centro del tórax, entre ambos pechos, nos indican una alteración mayor.

Otra manifestación que suele presentarse en estas alteraciones hormonales es el sobrepeso, que tiene la particularidad de ser muy difícil de revertir incluso en mujeres disciplinadas que hacen la dieta y el ejercicio adecuado.

Siendo el acné una enfermedad típica de la adolescencia, debemos entender las implicaciones psicológicas y vivenciales que representa para una joven cursar con acné, mucho vello y sobrepeso. Todas estas características le pueden afectar la autoestima, más si se acompaña del bullying tan frecuente en estos días.

Al margen de las múltiples causas que puede provocar el acné, hoy se reporta que el uso del cubrebocas está provocando en algunas personas agravamiento de las enfermedades de la piel y en particular el acné.

Afortunadamente, hoy contamos con los estudios necesarios para determinar el problema hormonal de fondo e instaurar diversos tratamientos que suelen revertir buena parte de estas manifestaciones. Además, es importante realizar una evaluación integral que incluya los aspectos psicológicos, que son de vital importancia es estas edades. Desde luego, el efecto terapéutico es mucho mayor si se consulta cuanto antes.