Hasta el año pasado el premio Nobel ha sido otorgado a 817 hombres, 47 mujeres y 25 organizaciones. Este año la tendencia continua pues de los seis premios solo uno ha sido concedido a una mujer, y los demás a hombres.
Pie de foto: Marie Curie, Rita Levi Montalcini y Rigoberta Menchú, tres mujeres premiadas con el Nobel.
Desde el 5 de octubre inició el anuncio de los ganadores de los Premios Nobel que año tras año distinguen las mayores contribuciones sobresalientes de personas e instituciones al progreso de la Humanidad en las áreas de la Química, Física, Literatura, Paz, Fisiología o Medicina y Economía.
Este año, el premio Nobel de Literatura recae en la escritora Svetlana Alexiévich, periodista y feminista, cuyo primer y segundo libro “La guerra no tiene rostro femenino” y «Los chicos de zinc», visibiliza en forma realista y poco prosaica la participación y el dolor de las mujeres en diferentes guerras.
Hasta el año pasado el premio Nobel ha sido otorgado a 817 hombres, 47 mujeres y 25 organizaciones. Este año la tendencia continua pues de los seis premios solo uno ha sido concedido a una mujer, y los demás a hombres.
Pero en vez de quejarnos de los cuantiosos Nobel otorgados a los hombres, principalmente en el área de las ciencias, en donde existen ejemplos de científicas a las que el sistema trató injustamente por su sexo (efecto Matilda), no siendo reconocidas, pero sí a sus colegas varones, este es un buen momento para destacar a algunas de ellas.
Dieciséis mujeres han ganado el Premio Nobel de la Paz, trece el de Literatura, once el de Fisiología o Medicina, cuatro el de Química, dos el de Física y solo una mujer, Elinor Ostrom, el de Economía.
Marie Curie fue la primera mujer en ganar un Nobel y la primera persona en recibir dos Premios Nobel en distintas especialidades, Física y Química. A Curie la siguieron Bertha von Suttner, siendo la primera mujer en ganar el Nobel de la Paz, Selma Lagerlöf, en literatura y Gerty Theresa Cori, en medicina.
De este reducido grupo de premiadas, dos de ellas han sido latinoamericanas, la chilena Gabriela Mistral (Literatura) y la guatemalteca Rigoberta Menchú (Paz).
El 2009 fue el mejor año de los Nobel a mujeres, recibiendo cinco de ellos: el de Química a Ada E. Yonath, «por sus estudios de la estructura y funciones del ribosoma”, el de Medicina a Elizabeth H. Blackburn y Carol W. Greider «por sus descubrimientos relativos a la enzima telomerasa protectora de los cromosomas humanos contra el envejecimiento», el de Literatura a Herta Müller “quien, con la concentración de la poesía y la franqueza de la prosa, describe el paisaje de los desposeídos”; y el de Economía a Elinor Ostrom «por sus respectivos análisis del gobierno económico».
El premio otorgado a la persona más joven en cualquiera de las categorías fue concedido a Malala Yousafzai, Nobel de la Paz, la joven paquistaní que ha luchado por defender la educación femenina en su país.
Aunque las oportunidades para el acceso a los Nobel parecieran estar todavía lejos de la equidad de género, no cabe la menor duda de que las mujeres han estado presente en todas las áreas de las mayores contribuciones al progreso de la Humanidad.
Poco a poco, quizás más lento de lo que muchas deseamos, la mujer va entendiendo lo que una vez dijo la Nobel Marie Curie, “Nada en esta vida debe asustarnos, solo debe ser comprendido. Es tiempo de entender más, para que temamos menos”.
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