La dramática situación sociopolítica que registra Afganistán, desde la instalación del régimen fundamentalista islámico talibán, golpea, con fuerza tal, que crece la tendencia de familias ofreciendo hijas recién nacidas, a cambio de una dote.
Al formular esta denuncia, la directora ejecutiva del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), la estadounidense Henrietta Fore, indicó, además, que las adolescentes afganas siguen impedidas, por decisión gubernamental, de asistir a clase.
También resultado de la crisis humanitaria que afecta al país asiático, niños son puestos a trabajar, como medio para fortalecer los escasos ingresos familiares, señaló Fore, en declaraciones reproducidas, el 12 de noviembre, en un artículo de Noticias ONU, la agencia informativa de Naciones Unidas.
La situación había empeorado a raíz de la pandemia mundial del nuevo coronavirus, y se agudizó, aún más, con la violenta llegada del movimiento fundamentalista islámico Talibán, informó el medio de comunicación internacional.
Según Noticias ONU, aunque no es nueva, la tendencia de la explotación de menores se ha disparado debido a que la pandemia y la crisis alimentaria elevaron, a niveles dramáticos, los índices de pobreza.
El fondo estima que 28 por ciento de las afganas en la franja etaria de 15 a 49 años se casó antes de la mayoría de edad, agregó, en el artículo titulado “Crece el matrimonio infantil en Afganistán: ‘Está en juego el futuro de toda una generación’ advierte UNICEF”.
Citada en la información, Fore planteó que la entidad a su cargo ha recibido “noticias creíbles de familias que ofrecen a sus hijas de tan sólo 20 días, para un futuro matrimonio, a cambio de una dote”.
“Esta tendencia no es nueva”, aseguró la experta, quien, al expresar preocupación respecto a esa situación específica, agregó que “ya se producía antes de la reciente estabilidad política en el país”.
En tal sentido, Noticias ONU indicó que “sólo en las (occidentales) provincias de Herat y Baghdis, los socios de UNICEF detectaron183 matrimonios infantiles y 10 casos de venta de niños durante 2018 y 2019”.
Los memores afectados tenían entre 6 meses y 17 años”, precisó.
Fore explicó que “la gravísima situación económica de Afganistán está sumiendo a más familias en la pobreza, y obligándolas a tomar decisiones desesperadas, como poner a niños as trabajar, y casar a las niñas a edad temprana”.
La funcionaria internacional informó, a continuación, y a manera de ejemplo, que, en2020, “casi la mitad de la población de Afganistán era tan pobre que carecía de (cobertura) necesidades como la nutrición básica o el agua potable”.
“Otra de las circunstancias que incrementa el riesgo de matrimonio infantil es que, a la mayoría de las adolescentes, todavía no se le ha permitido regresar a las aulas”, puntualizó.
Al respecto, Noticias ONU informó que “UNICEF continúa trabajando, en Afganistán, para concienciar, a las comunidades, de los riesgos que corren las niñas, si se casan antes de los 18 años”.
Fore explicó que, entre los peligros, se destaca la combinación de factores tales como “la menor probabilidad de que permanezcan en la escuela, y el mayor riesgo de que sufran violencia doméstica, discriminación, problemas de salud mental, y mayor vulnerabilidad a las complicaciones durante el embarazo y el parto”.
“Hemos iniciado un programa de asistencias en efectivo para ayudar a compensar el riesgo de hambre, trabajo y matrimonio infantil, entre las familias más vulnerables”, contexto en el cual “tenemos previsto ampliar éste y otros programas de servicios sociales, en los próximos meses”, señaló.
El medio de comunicación indicó, asimismo, que “UNICEF también prevé trabajar con los líderes religiosos, para asegurarse de que no participen en los acuerdos de matrimonio de las jóvenes, denominados Nekah”.
La jerarca de Unicef, planteó que “pedimos a las autoridades centrales, provinciales, y locales, que tomen medidas concretas para apoyar y proteger a las familias y a las niñas más vulnerables”.
También expresó que “instamos a las autoridades de facto a priorizar la reapertura de las escuelas para todas las niñas de secundaria, y a permitir que las profesoras vuelvan a sus puestos de trabajo, sin más retrasos”.
Ello, porque “está en juego el futuro de toda una generación”.