El estudio del Pew Research Center revela que aun cuando las esposas ganan más o menos lo mismo que sus maridos, dedican más tiempo a las tareas domésticas y al cuidado de los hijos, mientras que sus esposos dedican más tiempo al trabajo remunerado y al ocio
El estudio confirma que «aunque las contribuciones económicas se han igualado en los matrimonios, la forma en que las parejas dividen su tiempo entre el trabajo remunerado y la vida doméstica sigue estando desequilibrada».
Según el estudio, en el 29% de los matrimonios heterosexuales actuales, las mujeres y los hombres ganan más o menos lo mismo en los Estados Unidos (unos US$ 60.000 cada uno). En el 55%, el hombre es el principal o único sostén de la familia, con unos ingresos medios de US$ 96.000 frente a los US$ 30.000 de la mujer, pero los maridos de los matrimonios igualitarios dedican unas 3,5 horas semanales más a actividades de ocio que las esposas. En contraposición, las esposas de estos matrimonios dedican unas 2 horas semanales más al cuidado de otras personas que los maridos, y unas 2,5 horas más a las tareas domésticas», señala el estudio.
Mientras tanto, en el 16% de los matrimonios las esposas ganan más que sus maridos como principal (10%) o único sostén económico (6%). En estos matrimonios, las mujeres ganan una media de US$ 88.000, frente a los US$ 35.000 de sus maridos.
De todas estas categorías, la única en la que los hombres dedican más tiempo a los cuidados que sus esposas es cuando la mujer es el único sostén de la familia. Y el tiempo semanal dedicado a las tareas domésticas en esos matrimonios se divide a partes iguales entre marido y mujer.
En todos los casos, se trata de un gran cambio con respecto a hace 50 años, cuando, por ejemplo, los maridos eran el principal sostén de la familia en el 85% de los matrimonios.
El estudio de Pew se basa en tres fuentes de datos: datos sobre ingresos de la Encuesta de Población Actual del Censo de EE.UU.; datos de la Encuesta sobre el Uso del Tiempo en EE.UU. y una encuesta nacional representativa de actitudes públicas entre 5.152 adultos estadounidenses realizada en enero.
Foto: Marcus Aurelius