SERIE ESTADO DE LAS MUJERES EN EL MUNDO

Se estima que cerrar la brecha económica de género podría aumentar el producto interno bruto mundial en $28 billones para el año 2025.

Según el Banco Interamericano de Desarrollo, BID, alcanzar la igualdad de género
en el mercado laboral no solo beneficiaría a las mujeres, y a la sociedad, sino
también a la economía: se estima que cerrar la brecha económica de género
podría aumentar el producto interno bruto mundial en $ 28 billones para el año
2025.

Por lo anterior, el BID promueve y apoya la implementación de las Iniciativas de
Paridad de Género (IPG) en América Latina y El Caribe, orientadas a reducir la
brecha económica de género en la región.

Si bien es cierto que la creciente incorporación de las mujeres al mercado laboral
es uno de los cambios socioeconómicos más importantes de las últimas seis
décadas y que recientes estadísticas de empleo en Latinoamérica demuestran
que casi 7 de cada 10 mujeres trabajan o buscan trabajo, todavía no hemos
llegado a la paridad.

El Foro Económico Mundial (WEF) creó, en el 2012, las Iniciativas de Paridad de
Género, y en el 2016 se alió con el BID para implementar en América Latina.
En América Latina, las IPG operan actualmente en Argentina, Chile y Panamá, y
están en construcción en Colombia y Perú.

Las IPG son consideradas un índice de potenciación de género, que es un
indicador social que mide el nivel de oportunidades de las mujeres. El Programa
de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) trabaja actualmente este
índice, que mide también las desigualdades en tres dimensiones de participación
de las mujeres. Estas son:

 Participación política y poder de decisión. Medido por la proporción de
mujeres y hombres con escaños parlamentarios.
 Participación económica y poder de decisión. Medido por la participación de
mujeres y hombres en puestos legisladores, altos funcionarios o directivos y
participación de mujeres y hombres en puestos profesionales y técnicos.
 Control sobre los recursos económicos. Estimación de ingresos percibidos
por mujeres y hombres.

Este índice se fundamenta en que el desarrollo humano se define como el proceso
de ampliación de las capacidades y opciones de la gente. Bajo este enfoque, el
será humano es el centro y la finalidad del desarrollo.