El acceso al financiamiento es parte de las tareas pendientes para impulsar los emprendimientos femeninos.
Cuando escuchamos la palabra emprender o emprendedurismo, de inmediato lo asociamos con crear, nos imaginamos a una persona fundando una empresa, ofreciendo un producto o servicio.
No estamos del todo equivocados, sin embargo, para la experta Eugenia Bieto -quien recientemente participó como expositora en el II Foro Euro-Americano de Mujeres Líderes coordinado por INCAE Business School y Voces Vitales Costa Rica-, este concepto es mucho más amplio. Ella comentó que existe el emprendedurismo por necesidad, por oportunidad, el intraemprendedurismo que es desarrollar ideas y proyectos dentro de una compañía, emprendedores sociales que ayudan a sectores vulnerables y por último los emprendedores familiares. Asimismo, señaló que los hombres son los que se animan más a dar este paso.
“A nivel mundial, Uganda tiene el mayor número de emprendedores, los datos indican que 30% de las empresas del orbe son creadas por mujeres, pero hay otro tema que llama la atención y es que las damas se aventuran en sectores relacionados con cuido y servicio de personas, no en el área de tecnología”, comentó Bieto.
Son muchas las razones por las cuales una mujer toma esta decisión, ya sea con un proyecto personal o en su lugar de trabajo, entre ellas podemos nombrar la necesidad de tener algo propio, buscar un equilibrio entre trabajo y familia, hacer una diferencia en la comunidad; fue enfática en señalar que muchas de estas iniciativas no están orientadas al largo plazo.
Retos importantes
El acceso al financiamiento es parte de las tareas pendientes, acepta que el sistema financiero tiene algunas herramientas pero son necesarios los préstamos para capital semilla, dinero para iniciar el proyecto y capital de riesgo, es decir, cuando una entidad bancaria pone dinero a disposición de la compañía y se convierte en socio-accionista.
“Los gobiernos tienen que facilitar los trámites a los emprendedores para que ellos no sientan que pierden su tiempo por la burocracia, crear instituciones específicas para apoyar a nuevos empresarios y tener programas accesibles de formación en donde se enseñe de mercadeo, contabilidad y otros temas”, continuó la experta.
En el caso de quienes son intraempredendoras, o sea, montan programas en sus lugares de trabajo, Bieto recomendó a los patronos retener y apoyar a estas visionarias, manifestó que tienen que cuidarlas y brindarles todas las facilidades para que hagan realidad sus ideas porque así darán valor a su compañía.
De igual forma, recalcó que crece el número de mujeres que se matriculan en los cursos de maestrías, lo que quiere decir que cada vez más buscan puestos de alta gerencia, sin embargo, es necesario estimular desde la escuela la creatividad y el gusto por las ciencias y los números, carreras del futuro pero en donde la presencia femenina es muy poca.
Además es necesario crear redes de emprendedoras para intercambiar conocimientos, aumentar el número de damas en las juntas directivas, difundir los casos de éxitos y desarrollar programas de mentorías para que más mujeres se conviertan en líderes y ayuden a otras a desarrollar sus capacidades.
Reseña
Eugenia Bieto es española, nació en Barcelona hace 60 años, es madre de un varón, es la única mujer de su generación de universidad, contó que cuando entró al aula en su primer día de clases y vio solo hombres, se dijo “Eugenia, teneís que aprender de fútbol o no lo lograrás”.
Tiene un doctorado por la Universidad Ramon Llull, es licenciada en Ciencias Empresariales por la ESADE Business School y la Universidad Politécnica de Cataluña. Actualmente es la directora general de ESADE, primera vez que una dama es nombrada en ese puesto.
Ejerció cargos directivos en la Administración Pública de Cataluña y la comunidad de Valencia, todos relacionados con el fomento del desarrollo y crecimiento empresarial, así como la creación de negocios.
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