El desempleo es una de las causas por las que muchos hombres han tenido que adoptar la función del hogar y convertirse en ayuda primordial para las mujeres.

Michael Castillo es un hombre casado desde hace casi cuatro años, luego de estar económicamente estable, hace seis meses se quedó sin empleo y le ha tocado tomar el rol de “amo” de casa.

Mantener el piso limpio, cocinar, arreglar el comedor, lavar y hasta estar al cuido y darle de comer a la abuela de su esposa, quien vive con ellos y posee un problema de salud en el sistema óseo, son algunas de las funciones que Michael realiza día a día, sin dejar de lado sus estudios universitarios.

Aunque al principio no se imaginó que tanto tiempo le iba a tomar estar desempleado, le correspondió adoptar el papel del hogar y esperar a que su esposa sufrague los gastos que al principio compartían.

Para este hombre ha sido un proceso muy difícil el no tener trabajo, pero encargarse de los quehaceres del hogar, considera que no ha sido complicado ya que desde pequeño sus padres le enseñaron y las artes culinarias o el asunto de limpieza no es algo extraño para él.

Como todo hombre, es normal sentirse angustiado al ver que no recibe ingresos para ayudarle a su esposa y sentir la presión de no suministrar dinero, pero como aspecto positivo, nos cuenta que esto le ha servido para valorar más el trabajo tanto fuera como dentro de la casa, así como a madurar y balancear las cosas importantes de la vida.

El consejo que le da a los esposos que están pasando por su misma situación, es que dejen de lado la vergüenza de ponerse un delantal para cocinar o pasar el trapo y la escoba y más bien que recuerden que los tiempos son otros y que la carreta se debe llevar tanto entre el hombre como la mujer.

La socióloga Ana Isabel García, considera que ante la sociedad pesa mucho el hecho de que un hombre no pueda ayudar económicamente a su esposa ya sea por desempleo u otras razones y deba dedicarse al hogar, aunque para lo interno en su familia puede convertirse en manera positiva si se maneja adecuadamente.

Pese a que existen hombres que están anuentes a colaborar en los quehaceres del hogar como lo es el caso de Michael, la experta en sociología comenta que todavía a los hombres les resulta complicado cumplir ese rol, debido a que no son socializados plenamente para esto.

Aunque considera que se ha avanzado en este tema, apunta que las personas aún no vemos como sociedad a los hombres a cargo de casa y familia y eso es lo que lo hace más difícil un proceso como este. Es importante que las mujeres sean conscientes y valoren la colaboración de estos maridos que no son de alquiler.

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knunezpetra@gmail.com