El 28 de marzo de 2025, Myanmar sufrió dos potentes terremotos, las mujeres y las niñas, ya vulnerables debido al conflicto y la inestabilidad económica, se enfrentan a mayores riesgos y desafíos únicos tras el desastre
El Grupo de Trabajo sobre Género en Asuntos Humanitarios, liderado por ONU Mujeres y el UNFPA, ha colaborado con socios locales en Myanmar, incluyendo organizaciones lideradas por mujeres, para informar sobre las consecuencias de género del desastre.
El terremoto de magnitud 7,7 se produjo cerca de Mandalay y Sagaing , causando importantes daños en el centro de Myanmar y afectando a países vecinos, como Tailandia. Minutos después, un segundo terremoto de magnitud 6,4 se produjo más al sur. Ambos terremotos afectaron gravemente a importantes ciudades de Myanmar , incluyendo Mandalay, Sagaing, Naypyidaw, Bago, Magway y partes del estado de Shan.
Antes del terremoto, ya había 3,5 millones de personas desplazadas internamente en Myanmar debido a la inestabilidad política y económica, y 1,6 millones de ellas vivían en las zonas más afectadas.
Cómo ha afectado el terremoto a las mujeres y niñas de Myanmar
Con miles de muertos o heridos y con infraestructura crítica dañada, incluidos centros de salud, aeropuertos, carreteras y puentes principales, y sistemas de electricidad y agua fuera de servicio, el último desastre ha intensificado los desafíos que enfrentan las mujeres y las niñas de Myanmar.
Incluso antes del terremoto, más de un tercio de la población de Myanmar (incluidas 10,4 millones de mujeres y niñas) necesitaban ayuda humanitaria urgente.
En resumen, las mujeres y las niñas están denunciando tras el terremoto de Myanmar, cinco situaciones relevantes:
1. Violencia de género
Con sus hogares e infraestructura destruidos, las mujeres y niñas se encuentran hacinadas en refugios improvisados donde carecen de privacidad y seguridad. En muchos casos, permanecen a la intemperie en tiendas de campaña o con solo mantas o sábanas para separar los espacios, y con poca iluminación. Sin acceso a servicios de atención a la violencia de género, las sobrevivientes no pueden obtener la ayuda que necesitan.
2. Separación familiar y niños en riesgo
Los niños separados de sus familias y cuidadores, y que viven en albergues superpoblados, enfrentan mayores riesgos de violencia, trata y migración insegura. Estos riesgos son especialmente mayores para las niñas, quienes pueden sufrir violencia sexual o verse obligadas a contraer matrimonio precoz.
3. La interrupción de la atención sanitaria tiene consecuencias mortales para la salud reproductiva de las mujeres.
Muchos hospitales e instalaciones sanitarias han resultado dañados o destruidos, y los que siguen en pie están desbordados. Debido a las carreteras dañadas y la escasez de combustible, las mujeres tienen más dificultades para acceder a los servicios. Para las mujeres y las niñas, esto se traduce en un acceso cada vez menor a la atención médica para las sobrevivientes de violencia de género, así como a un parto seguro y a la salud materna.
4. Falta de agua potable, saneamiento e higiene.
Las mujeres y niñas denuncian la insuficiencia e inseguridad de los sanitarios y espacios de baño, lo que dificulta su higiene, especialmente durante la menstruación, el embarazo y el posparto. En un campamento temporal, los miembros del Grupo de Trabajo de Género en la Acción Humanitaria observaron que solo había 14 sanitarios disponibles para 1200 personas. Además, existe riesgo de enfermedades derivadas de la contaminación del agua, ya que las bombas eléctricas no funcionan.
5. Las mujeres y las niñas corren un mayor riesgo de padecer hambre y desnutrición.
Los alimentos escasean y hay muy pocos mercados en funcionamiento. Dado que se prevé un aumento de precios y que las mujeres y las niñas suelen ser responsables de alimentar y cuidar a sus familias, corren el riesgo de recibir menos alimentos y una nutrición de peor calidad. Los hogares encabezados por mujeres tienen dificultades para acceder a la ayuda de emergencia y la asistencia financiera, y necesitan fuentes de ingresos para afrontar el desastre.
6. Impacto en la salud mental
Casi todas las personas afectadas por una crisis humanitaria experimentan angustia psicológica.Aproximadamente una de cada cinco personas desarrollará enfermedades mentales a largo plazo,pero solo el 2 % recibe la atención necesaria. El impacto del terremoto en la salud mental de las mujeres y adolescentes de Myanmar es profundo, ya que lidian con el trauma de perder sus hogares y seres queridos, mientras luchan por sobrevivir y cuidar de quienes quedan. Este nuevo trauma se suma al estrés causado por el prolongado conflicto y la inestabilidad económica del país.
Cinco acciones urgentes para apoyar a las mujeres y niñas en Myanmar ahora
Las mujeres y las niñas constituyen la mitad de la población afectada y deben ser parte integral de la respuesta humanitaria. Conozca más sobre cómo ONU Mujeres prioriza la seguridad, la dignidad y el liderazgo de las mujeres y las niñas en Myanmar.
Fuente: ONU Mujer, https://www.unwomen.org/en/articles/explainer/myanmar-earthquake-2025-what-it-means-for-women-and-girls
Foto: UNICEF/UNI771892/Htet