Aprovechar las remesas para promover la inclusión financiera y el acceso a los mercados de capital puede mejorar las perspectivas de desarrollo de los países receptores

Tras un período de fuerte crecimiento durante 202122, los flujos de remesas enviados oficialmente hacia países de ingreso bajo y mediano se moderaron en 2023 y alcanzaron una cifra estimada de USD 656 000 millones, según la última reseña sobre migración y desarrollo publicada hoy por el Banco Mundial.

La modesta tasa positiva del 0,7 % refleja grandes variaciones en el crecimiento entre regiones, pero las remesas continuaron siendo una fuente crucial de financiamiento externo para los países en desarrollo en 2023 y contribuyeron a fortalecer las cuentas corrientes de varias naciones que luchan contra la inseguridad alimentaria y los problemas de deuda. En 2023, las remesas superaron a la inversión extranjera directa y a la asistencia oficial para el desarrollo.

De cara al futuro, se prevé que las remesas hacia países de ingreso bajo y mediano crecerán a un ritmo más rápido en 2024, del 2,3 %, aunque este crecimiento no será igual en todas las regiones. Entre los posibles riesgos a la baja para estas proyecciones figuran un crecimiento económico menor de lo previsto en los países de ingreso alto que reciben a migrantes y la volatilidad de los precios del petróleo y de los tipos de cambio.

“La migración y las remesas conexas son motores esenciales del desarrollo económico y humano”, dijo Iffath Sharif, directora de la Práctica Global de Protección Social y Trabajo del Banco Mundial. “Muchos países están considerando gestionar la migración debido a los desequilibrios demográficos mundiales y el déficit de mano de obra, por un lado, y los altos niveles de desempleo y la deficiencia de capacidades, por el otro. Estamos trabajando en la preparación de alianzas entre los países de origen y de destino de migrantes para facilitar la capacitación, especialmente de los jóvenes, de modo que adquieran las habilidades necesarias para obtener mejores empleos e ingresos en sus propios países o en el extranjero”.

En 2023, los flujos de remesas aumentaron más en América Latina y el Caribe (7,7 %), seguida de Asia meridional (5,2 %) y Asia oriental y el Pacífico (4,8 %, excluida China). En África subsahariana se registró un ligero descenso del 0,3 %, mientras que en Oriente Medio y Norte de África se observó una caída de casi un 15 % y en Europa y Asia central, de un 10,3 %.

“La resiliencia de las remesas pone de manifiesto su importancia para millones de personas”, dijo DilipRatha, economista principal y autor responsable del informe. “Aprovechar las remesas para promover la inclusión financiera y el acceso a los mercados de capital puede mejorar las perspectivas de desarrollo de los países receptores. El Banco Mundial tiene como objetivo reducir los costos de las remesas y facilitar los flujos formales mitigando los riesgos políticos y comerciales para promover la inversión privada en este sector”.

El envío de remesas sigue siendo demasiado costoso. En el cuarto trimestre de 2023, el costo promedio mundial de enviar USD 200 era del 6,4 % del monto enviado, valor ligeramente superior al 6,2 % del año anterior y muy por encima de la meta del 3 % establecida en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Las remesas digitales tuvieron un costo más bajo, del 5 %, en comparación con el 7 % de los métodos no digitales, lo que pone de relieve los beneficios de los avances tecnológicos para reducir la carga financiera de los migrantes.

Dado que las remesas son cada vez más importantes, la recopilación precisa de datos es esencial para respaldar los ODS de las Naciones Unidas relativos a la reducción de costos y el aumento del volumen. Sin embargo, los datos estadísticos siguen siendo incongruentes o incompletos. La brecha mundial entre los flujos de remesas que entran y los que salen se ha ampliado, y los canales informales son un factor importante en esta ecuación; un ejemplo de esto es el caso de los migrantes que llevan dinero en efectivo cuando regresan a sus hogares. El Grupo de Trabajo Internacional para Mejorar los Datos sobre los Flujos de Remesas (RemitStat) dará a conocer este año un informe con recomendaciones para mejorar estos datos.

En América Latina y el Caribe, se estima que los flujos de remesas se desaceleraron al 7,7 % en 2023 y se ubicaron en los USD 156 000 millones, pero continúan estando respaldados por la solidez del mercado de trabajo de Estados Unidos. México recibió USD 66 200 millones, lo que representa un aumento del 7,8 %; con este valor mantiene su posición como el principal receptor de la región. El crecimiento regional fue muy variado, desde un aumento del 44,5 % en Nicaragua hasta una disminución del 13,4 % en Argentina. Se espera que los flujos de remesas hacia la región aumenten un 2,7 % en 2024. El costo de enviar USD 200 a la región fue del 5,9 % en promedio, prácticamente el mismo valor que el año anterior.

Foto: Karolina Kaboompics