Estudios demuestran que una empresa exitosa es aquella que tiene una política de género e integra a la mujer en todos los procesos.
¿Cuántas veces nos hemos sentido cohibidas por ser mujeres?… Parece que el mundo de los negocios estuviera moldeado para los hombres, por eso las mujeres muchas veces nos hemos sentido intimidadas y en algún momento desconfiamos de nuestras propias capacidades.
Algunas se han logrado adaptar cambiando su forma de vestir, su carácter, mostrándose menos vulnerables o más fuertes para seguir patrones tradicionalmente identificados con el sexo opuesto.
En este momento estamos viviendo una época donde a la dama se le reconoce por su potencial y las diferencias que las hace únicas. Este es un nuevo entendimiento al que la sociedad recién se está acostumbrando, pues tanto hombres como mujeres están aprendiendo que las diferencias de cada género son las que hacen exitosa esa relación simbiótica, tanto a nivel personal, como profesional y, mucho más relevante en el campo laboral.
De ahí que a las empresas les toca apoyar este cambio de paradigma e impulsar nuevas formas de colaboración participativa en donde las condiciones sean igualitarias para ambos géneros y se pueda ir cerrando la brecha histórica.
Es así como en Cargill nos aseguramos integrar a nuestra fuerza laboral femenina de una manera adecuada. Para ello se trabaja en identificar y tratar de derribar los diferentes tipos de barreras que limitan el desarrollo de las mujeres. Estas son: las organizacionales, las de infraestructura, las culturales y las personales.
Un ejemplo sencillo, pero de gran repercusión, ha sido la apertura de salas de lactancia en toda la región. En la actualidad, en Centroamérica contamos con 18 salas de lactancia ubicadas en cada centro operativo principal de Cargill. Allí, las mujeres pueden, de manera cómoda y privada, sustraerse la leche y almacenarla, con el fin de darle continuidad a la importante tarea de nutrir y apoyar a sus hijos aun cuando regresen al trabajo.
Con esto eliminamos una de tantas barreras que pueden enfrentar las mujeres al momento de retornar al trabajo, luego del periodo de maternidad, de manera que se sientan apoyadas. Además, facilitamos la nutrición y el desarrollo de la familia de manera integral.
Una vez que vamos eliminado barreras, aseguramos más presencia y representación, creamos el ambiente adecuado para que tanto hombres como mujeres se sientan empoderados de aportar ideas, soluciones, retar el status quo y proveer sus mejores esfuerzos en pro de nuestros clientes y consumidores.
Adicionalmente, contamos con un grupo interno que llamamos “Red de Apoyo”, cuyo objetivo principal es apoyar la creación de un ambiente inclusivo, así como identificar y eliminar las barreras en la organización. Precisamente, en Costa Rica, este grupo promueve, una vez al año una “Feria de Emprendedoras”, donde le damos la oportunidad a mujeres de nuestra organización a compartir y promover la venta de sus manualidades y productos desarrollados por ellas, en su tiempo libre, lo cual también incentiva el sentido emprendedor de nuestras asociadas.
Estos son solo algunos ejemplos de acciones concretas que llevamos a cabo en Cargill para promover un ambiente inclusivo y fortalecer la diversidad, para crear una ventaja competitiva y que también nos ayude a promover la innovación a lo interno.
Con esto también esperamos que las mujeres nos sintamos libres de ser quienes somos, que no tengamos que escondernos en viejas formas de pensamiento y que dejemos fluir nuestras propias habilidades moldeadas por todo aquello que nos hace ser especiales… Recordemos que la única forma de hacer el cambio es empezar por una misma.
Por: Blanca Villela Molina
Gerente Regional de Comunicación, Cargill Centroamérica
Blanca_Villela@cargill.com