
El Instituto Nacional de las Mujeres (Inamu) de Costa Rica elabora iniciativas para ayudar a las jefas de hogar afectadas financieramente por la emergencia sanitaria que ha generado la irrupción del nuevo coronavirus en el país centroamericano, informó la presidenta ejecutiva de la institución y ministra de la Condición de la Mujer, Patricia Mora.
Ello, a raíz del creciente número de consultas telefónicas que el Inamu ha recibido, al respecto, indicó Mora, citada en un comunicado emitido por la Unidad de Comunicación del instituto.
El Inamu “está trabajando en propuestas concretas de identificación de mujeres beneficiarias de un subsidio alimentario”, señaló la ministra.
“Se ha presentado un incremento de llamadas es en las líneas que la institución puso al servicio de las mujeres”, indicó Mora, una ex legisladora (2014-2018) por el izquierdista Frente Amplio.
“Las consultas reiteradas tienen que ver con búsqueda de apoyo estatal de mujeres jefas de hogar que, por motivo de la emergencia, están sin empleo, de trabajadoras independientes cuyos ingresos han disminuido, o de mujeres que reciben pensión para sus hijos e hijas y que, ahora, no la reciben, entre otras dudas”, precisó.
Entretanto, el Inamu informó, en el comunicado, que, contrariamente a lo inicialmente previsto, el número de denuncias telefónicas referidas a violencia doméstica, a causa del aislamiento social implementado por el gobierno, se ha mantenido en los nivele habituales.
“Las llamadas recibidas a la línea de emergencia del 911, por violencia intrafamiliar en proceso, demuestran un comportamiento estable en los últimos días”, indicó.
“Así lo evidencian las estadísticas oficiales que registra dicha entidad: en enero el promedio de llamadas diario fue de 317, en febrero de 316 y en marzo de 307”, detalló.
Al respecto, Mora señaló que ello no necesariamente significa que no hayan aumentado los casos sino que probablemente implique que, por las condiciones de encierro con sus agresores, a las víctimas se les ha imposibilitado establecer la comunicación.
“El hecho de que no haya aumentado la cantidad de llamadas no nos hace bajar la guardia ni un segundo”, advirtió la ministra.
“Sabemos que, en condiciones de aislamiento y confinamiento, las mujeres pueden sufrir más violencia y tienen más dificultades para llamar y denunciar, porque, en algunos casos, el agresor puede estar a su lado las 24 horas del día”, explicó.
Al respecto, el Inamu indicó que, “en esta época de aislamiento social, los servicios que brindan las instituciones estatales para denunciar situaciones de violencia contra las mujeres siguen activos y preparados para dar respuesta”.
Ello incluye, en el caso del instituto, la línea telefónica 25273761, y el correo electrónico delegacion@inamu.go.cr.
Ello, además de la línea telefónica para emergencias 911, que funciona 24/7 y “tiene una coordinación con la Fuerza Pública (policía) que le permite despachar una patrulla para atender situaciones de violencia intrafamiliar de forma inmediata”, agregó.
La agudización de la violencia doméstica, a causa de las medidas de aislamiento que numerosos gobiernos están aplicando a nivel mundial, es un fenómeno que expertos han previsto, y que, en algunos casos está, efectivamente, ocurriendo.
Tal es el caso de Francia, cuyo gobierno ha implementado el uso de un código verbal, a ser usado por mujeres en situación de violencia de género, en farmacias, cuando les resulte imposible comunicarse telefónicamente con autoridades policiales, según veriones periodísticas.
Para esas circunstancias, las autoridades aconsejan, a las víctimas, llegar a alguna farmacia y decir, a algún empleado, las palabras “máscara 19”, lo que hará que el farmacéutico se comunique con la fuerza policial, de acuerdo con las mismas fuentes.
Similar medida rige en España, según las versiones.
En materia de violencia de género, Costa Rica fue escenario, en 2019, de 14 femicidios, mientras que, al 19 de febrero de este año, sumaba cuatro tales crímenes.
Respecto al coronavirus, de acuerdo con los más recientes datos oficiales, al mediodía del2 de abril, Costa Rica registraba 396 casos confirmados –de los cuales, 192 correspondían a mujeres-.