El aislamiento social a causa de la pandemia de la Enfermedad Coronavirus 2019 (Coronavirus Disease 2019, Covid-19), no tiene el mismo significado para mujeres que para hombres: a diferencia de los segundos, el confinamiento de las primeras data de siglos.
El encierro -una de las necesarias medidas implementadas por la mayoría de los países afectados por la pandemia mundial, incluida Colombia, para contener la propagación- llegó cuando el sector femenino de la población había logrado, en alguna medida, el respeto a sus derechos, a la igualdad de género.
Ahora, esos logros han recibido, en alguna medida, un revés.
Al exponer esta línea de análisis a la agencia francesa de prensa AFP, la psicóloga y escriutora francesa-colombiana Florence Thomas, figura de incidencia en el feminismo del país sudamericano, aseguró el confinamiento ha afectado, también, a los hombres.
La medida “ha transformado mucho la vida de las mujeres, de los hombres también, pero (…) el confinamiento tiene significados diferentes para un hombre que para las mujeres, que hemos estado confinadas por siglos”, explicó, en alusión al hecho de que, en las sociedades patriarcales, se asigna, históricamente, a la población femenina, el trabajo doméstico.
“Justo cuando empezamos a salir, justo cuando conquistamos la calle, el bar, la noche, etcétera, nos dicen: ‘¡No, adentro!’” expresó, para aclarar que, sanitariamente, “era absolutamente necesario que nos confináramos, pero hay una sensación distinta cuando nos devuelven al ámbito doméstico, al interior”, agregó Thomas, nacida en la norteña ciudad francesa de Rouen, y fundadora, en 1985 del grupo Mujeres y Sociedad, que impulsó la defensa del feminismo en Colombia, país en el que reside desde 1967 y cuya nacionalidad adoptó en 2011.
“Para los hombres debe ser muy duro también, porque es nuevo”, ya que “los hombres han ‘poseído’ el afuera, toda su vida”, agregó la experta de 77 años, una profesora de psicología social, ex directora de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional de Colombia, quien actualmente es columnista del diario de circulación nacional El Tiempo.
“A diferencia de las mujeres, los hombres han sido los que hablan, los que se escuchan, los que están en la calle”, aunque, “por supuesto ha habido mujeres que no han sido confinadas. ¿Pero cuántas?”, planteó, al describirlas como “mujeres que han sido desobedientes”.
Al responder su pregunta, Thomas mencionó, entre otras, a la feminista, escritora, y filósofa francesa Simone de Beauvoir (1908-1986), de quien dijo que “es la mujer por excelencia del afuera: ella escribía en los bares”.
“Y cuando hoy en día empezamos a tener voces, con el (movimiento mundial contra la violencia de género) #MeToo por ejemplo, cuando ya nos escuchan un poco más, nos vuelven a decir: ‘¡Cállense y quédense juiciosas adentro!’”, señaló.
Thomas aclaró que, “quizás no todas las mujeres lo sientan como yo, pero soy de una generación que ha luchado para estar en la calle, que ha luchado para tener voz, que ha luchado para poder ir a ‘rumbear’ (salir de fiesta) sin tener que estar acompañada por un hombre”.
Al definir como dramática la situación de las mujeres en el contexto del confinamiento por la pandemia, la activista señaló, entre otro aspectos, el hecho de que, al estar conviviendo 24/7 con sus agresores o potenciales victimarios, las mujeres víctimas de violencia de género -o en riesgo de serlo- están en mayor peligro de agresión.
“La violencia intrafamiliar se ha triplicado”, denunció.
De acuerdo con datos oficiales, las denuncias a la línea telefónica establecida para informar sobre casos de violencia de género aumentaron alrededor de 175 por ciento, desde el 25 de marzo -cuando entró en vigencia el aislamiento social en el país- hasta el 30 de mayo, respecto a los 1,595 casos registrados en igual período del año pasado.
En declaraciones que, sobre el tema, el diario colombiano El Espectador publicó el 5 de junio, la Olga Amparo Sánchez, activista de los derechos de las mujeres, planteó que, en el marco de la pandemia, el sector femenino de la población necesita que sus derechos tengan vigencia, además de vivir libre de violencia.
La situación de las mujeres ha empeorado, en Colombia, en materia laboral, de tareas domésticas, de violencia de género, a causa del aislamiento social, aseguró Sánchez, coordinadora de la feminista Casa de la Mujer.
La activista colombiana definió como “muy simple” lo que, en términos generales, necesitan las mujeres: “que se nos garanticen los derechos y una vida digna sin violencia”.
En el marco de la pandemia y del aislamiento social que ha generado, el trabajo doméstico -que, en este caso, no es remunerado- se les ha intensificado, “porque las encierra en ese espacio las 24 horas”, explicó
Ello, en numerosos casos, les aumenta, además, el riesgo de violencia de género, ya que “algunas conviven con su agresor”, siguió planteando la coordinadora de la Casa de la Mujer, una organización feminista que promueve la generación de autonomía para las mujeres, a partir de la toma de conciencia y la trasformación de las múltiples manifestaciones discriminatorias machistas a las que históricamente están sometidas las mujeres.
En materia de violencia de género, Colombia registró, el año pasado, 571 casos, un 71 por ciento de los cuales involucró a víctimas en el gripo etario de 20 a 2r4 años, de acuerdo con el Observatorio de Feminicidios de Colombia, que es parte de la Red Feminista
antimilitarista.
Según la misma fuente, en un 25 por ciento de los casos, los victimarios fueron “hombres que pertenecen a estructuras armadas”, además de que en un 49 por ciento de los casos, se usó arma de fuego.
Respecto a la pandemia, de acuerdo con los más recientes datos de la estadounidense Universidad Johns Hopkins -actualizados diariamente-, el total de casos de Covid-19, a nivel mundial, era, al 8 de este mes, algo superior a 7.1 millones.
Estados Unidos encabeza la lista global, con casi dos millones de casos, seguido por Brasil -el país latinoamericano más golpeado por la pandemia-, con 691,758, y Rusia, en tercer lugar con 476,043.
A nivel Latinoamericano, Brasil es seguido por Perú, con 196.515, Chile, con 134,150, y México, con 117,103, mientras Colombia se ubica en el sexto lugar regional, con 39,364.