Organizaciones de mujeres plantearon en Honduras, la necesidad de que el gobierno encabezado por la primera presidenta en la historia del país centroamericano combata, efectivamente, la violencia de género

Según datos del no gubernamental Centro de Derechos de Mujeres (CDM), el registro para 2022, a nivel nacional, es de 304 femicidios, y, de acuerdo con cifras de la estatal Universidad Nacional Autónoma de Honduras (Unah), los primeros 16 días de 2023 fueron tiempo para el asesinato de casi vente mujeres -mientras que, para todo 2021, registró 292-.

Cuatro de esos asesinatos ocurrieron solamente en el transcurso del segundo fin de semana de este año, de acuerdo con versiones periodísticas locales.

El primero de estos crímenes fue perpetrado el 13 de enero, cuando la docente identificada como Silvia Leticia Elvir fue blanco de varios balazos.

El hecho ocurrió en la localidad de Las Ánimas, en el oriental departamento (provincia) de El Paraíso -limítrofe con Nicaragua-, comunidad en uno de cuyos establecimientos educativos Elvir impartía clases.

El siguiente crimen -un asesinato múltiple- ocurrió dos días después, en la aldea Travesía, ubicada en la zona de Puerto Cortés -la capital del norteño departamento (provincia) de igual nombre, en la norteña costa caribeña del país.

Según versiones periodísticas, las víctimas -identificadas, respectivamente, como Cristy Espinoza, Janaira Castillo, y su prima Ana Castillo- estaban sentadas en la playa cuando hombres armados -en número no determinado- llegaron al lugar, les dispararon, y se fugaron.

Citadas por el medio de comunicación hondureño Criterio.hn, en la nota informativa que difundió el 17 de enero, varias dirigentes de organizaciones defensoras de los derechos humanos -en particular, de las garantías fundamentales de las mujeres- plantearon la necesidad de que el primer gobierno de Honduras presidido por una mujer, enfrente la violencia de género.

Las líderes formularon, a las autoridades pertinentes, un llamado a que los casos sean investigados eficazmente, con el propósito de erradicar la agresión de género, en todas sus variantes.

De acuerdo con cálculos de esas agrupaciones, la impunidad, en materia de violencia de género, en Honduras, es de aproximadamente 90 por ciento de los casos.

Respecto a las agresiones contra la población femenina hondureña -lo mismo adultas que menores de edad-, la directora del Observatorio Nacional de la Violencia, de la Unah, Migdonia Ayestas, planteó que, apenas durante los 16 primeros días de este año, 18 mujeres perdieron la vida en circunstancias de agresión.

Por su parte, la dirigente feminista Jessica Sánchez, planteó, en términos enérgicos, que “estamos cansadas de pedirle a la presidenta Xiomara Castro que tenga una posición pública en contra de los feminicidios, una posición de lucha contra estos crímenes”.

“Ya es tiempo (de) que las autoridades dejen (de hacer) pasar estos feminicidios como si no pasara nada, como si matar mujeres fuera un deporte”, aseguró, en las declaraciones que formuló a Ctiyerio.hn.

“Esperábamos más de la presidenta”, agregó respecto a la mandataria hondureña, Xiomara Castro.

“Debe tomar los feminicidios como una emergencia nacional, como una prioridad”, recomendó, a manera de fuerte advertencia hacia la jefa de Estado.

Por su parte, Merly Eguigure, dirigente del histórico Movimiento de Mujeres por la Paz Visitación Padilla -una de las principales organizaciones hondureñas en la defensa de los derechos de la población femenina-, expresó que “es preocupante que las mujeres víctima de la violencia hayan interpuesto denuncias ante las autoridades y que no obtuvieran respuestas”.

“Hay casos en donde expresan que ya han ido a interponer denuncias y que nadie les hizo caso”, reveló.

“Esto vuelve, a las autoridades, coparticipes de femicidios”, aseguró, a continuación, la dirigente feminista, a la plataforma informativa.

En términos conceptualmente similares, la también dirigente feminista Ana Lucía Pérez precisó que, “lastimosamente, el Estado todavía no está poniendo el foco de atención en investigar los femicidios”.

Al respecto, Helen Ocampo, investigadora del CDM, advirtió que la alta incidencia de femicidios -como la registrada el año pasado- obliga a que se lleve a cabo “las investigaciones correspondientes, y que se haga justicia”.

En tal sentido, Eguigure planteó que “no podemos tener policías y autoridades que se hagan de la vista gorda ante este problema, y que sigan operando bajo los estereotipos de género donde se normaliza la violencia”. “Eso ya no es posible”, aseguró.

Sobre este punto, Pérez señaló, específicamente a la presidenta, y la acusó de que “no está cumpliendo con su palabra, al decir que este es el gobierno de las mujeres”.

“El gobierno no está avanzando, en los derechos de las mujeres”, puntualizó.

Si bien el presupuesto nacional anual para 2023 incluye el rubro de combate a la criminalidad, Ocampo expresó que “es necesario que esos presupuestos sirvan de algo, y se empiecen a hacer acciones preventivas para la violencia hacia las mujeres”.

De acuerdo con la investigadora del CDM, “Honduras requiere una estrategia de seguridad, que además de las generalidades en prevención de la violencia, pueda abordar las particularidades de los crímenes en contra de las mujeres que se comenten en el país”.

Ocampo aludió, así, al hecho de que Honduras -que presenta altos niveles nacionales de inseguridad ciudadana- es integrante -junto con El Salvador y Guatemala- del Triángulo Norte de Centroamérica, una de las regiones más violentas a nivel mundial.

Al asumir la presidencia, el 27 de enero de 2022 -para el cuatrienio 2022-2026-, Castro se comprometió, en su discurso inaugural, a defender los derechos de la población femenina.

“Ya no más violencia contra las mujeres”, expresó, para enunciar el fuerte compromiso de que “voy, con todas mis fuerzas, para cerrar la brecha, y generar las condiciones, para que nuestras niñas puedan desarrollarse, plenamente, y vivir en un país libre de violencia”.

“Mujeres hondureñas: no le voy a fallar, voy a defender sus derechos, todos sus derechos”, aseguró, a continuación, para, de inmediato, reafirmar: “cuenten conmigo”.

Foto: Kemi Lo