La violencia de género contra mujeres periodistas, dentro de medios de comunicación, son invisibilizadas por las empresas periodísticas en donde ocurren los hechos
Las redacciones de los medios de comunicación se convierten en entornos laborales hostiles para el personal profesional femenino, aseguró la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión (Rele) de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (Cidh).
La desigualdad en las condiciones de trabajo, según se trate de mujeres o de hombres, varían notoriamente, aseguró la Rele de la Cidh, en un informe que dio a conocer el 19 de octubre.
“Aunque se han registrado avances, un número significativo de mujeres siguen enfrentando
barreras basadas en sesgos de género para acceder a los medios de comunicación”, aseguró, en el documento que tituló “Mujeres periodistas y salas de redacción: avances, desafíos y recomendaciones para prevenir la violencia y luchar contra la discriminación”.
“Cuando lo logran, encuentran que muchas redacciones son un espacio hostil en el que no pueden ejercer el periodismo en condiciones de igualdad con sus pares varones”, denunció.
Ello, “en virtud de patrones generalizados de segregación vertical y horizontal, brechas salariales, precarización laboral, discriminación hacia las mujeres que desempeñan roles de cuidado y otras formas de discriminación interseccional”, indicó el organismo continental, en el texto de cuatro capítulos contenidos en 68 páginas.
En materia de conclusiones, la Rele denunció que, no obstante algunos logros registrados en materia de género, en el campo periodístico, es persistente la realidad de “patrones generalizados de segregación vertical y horizontal, brechas salariales, precarización laboral,
discriminación hacia las mujeres que desempeñan roles de cuidado y otras
formas de discriminación interseccional”.
“En muchas redacciones también se registra una alta prevalencia de situaciones de violencia y/o acoso sexual, entre otras formas de violencia
basada en género”, continuó revelando.
No obstante la seriedad de la situación, “lejos de ser abordadas con perspectiva de género, estas prácticas son frecuentemente naturalizadas”, precisó la relatoría, para agregar que, esto, “da lugar a una cultura organizacional que desalienta la denuncia y fomenta la repetición de estos hechos”.
Ese contexto resulta evidente que un número -no especificado- de medios de comunicación debe avanzar sustancialmente en lo que tiene que ver con desarrollar políticas que sirvan para enfrentar esos patrones de agresión machista y de discriminación, puntualizó.
La Rele planteó, en ese sentido, la necesidad de que las empresas periodísticas cuenten con lo que describió como “políticas internas en materia de igualdad de género”.
Al respecto, señaló que “las estrategias y/o políticas institucionales adoptadas por
los medios para promover la igualdad de género deben contemplar metas
específicas, una descripción precisa de las acciones a través de las cuales se
procura alcanzarlas y el plazo en el que se aspira hacerlo”.
“En particular, se ha recomendado que la política defina el plazo en el que la empresa procura eliminar las brechas salariales por motivos de género”, explicó.
Se trata, asimismo, de “lograr la paridad de género en las redacciones, eliminar la subrepresentación de las mujeres en la cobertura de determinados temas, lograr una representación paritaria en los puestos jerárquicos y asegurar condiciones igualitarias de contratación entre varones y mujeres”.
La relatoría advirtió, además, que, “el hecho de que muchos medios de comunicación aún no hayan avanzado sustantivamente en el desarrollo de políticas y/o estrategias para abordar estos patrones de violencia y discriminación, contribuye a su perpetuación”.
Foto: George Milton