Las trabajadoras domésticas, uno de los sectores más golpeados, en Guatemala, por la pandemia del nuevo coronavirus, se han constituido en ejemplo de solidaridad en el marco de la emergencia sanitaria.
Se han unido para respaldar a las mujeres quienes están en situaciones más críticas que las demás, expresó, al reconocer esa actitud de apoyo de género, la representante de la Entidad de las Naciones Unidas para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de las Mujeres (ONU Mujeres) en Guatemala, la colombiana Adriana Quiñones.
En tal contexto, la guatemalteca Asociación de Trabajadoras del Hogar, a Domicilio y Maquila (Atrahdom), organización defensora de los derechos de ese sector laboral, cumple, ininterrumpidamente, un esfuerzo por asistir a sus colegas más severamente golpeadas por la pandemia, indicó su líder, Maritza Velásquez.
Citadas ambas en una nota informativa que UNO Mujeres difundió el 9 de este mes, Quiñones explicó que “la emergencia del COVID-19 ha tenido un impacto en todos los niveles de la sociedad, pero las trabajadoras domésticas y sus familias llevan a cabo un trabajo esencial que debe ser adecuadamente valorado y remunerado”.
En ese cuadro de situación, “las trabajadoras domésticas nos han dado una lección sobre cómo se ve una respuesta verdaderamente solidaria, por lo que debemos aprender de ellas y respaldar sus esfuerzos”, aseguró.
“Las mujeres han unido esfuerzos en solidaridad para enfrentar la emergencia, coordinando para apoyar a las que han sido más afectadas y en el tiempo en que sus acciones tienen el mayor impacto”, subrayó.
En ese sentido, Velásquez dijo que Atrahdom ha coordinado esfuerzos para llevar ayuda humanitaria a las colegas más afectadas por el impacto socioeconómico de la pandemia.
Ello en alianzas estratégicas con ONU Mujeres y otras organizaciones, puntualizó.
La dirigente gremial indicó que la asociación también apoya a otros grupos de mujeres organizadas con menor acceso a recursos.
“Hemos salvaguardado nuestra salud, llevando todas las medidas necesarias, pero hemos tenido que arriesgarnos para poder cumplir con las mujeres, también”, precisó.
Como parte de esas labores solidarias, las integrantes de Atrahdom entregan, a redes de esas trabajadoras, a nivel nacional, alimentos básicos, equipo de protección personal, kits de higiene y salud, entre otros insumos.
El esfuerzo de la agrupación no se limita a este tipo de apoyo sino que, igualmente, coordina la entrega de transferencias monetarias, mediante servicios de pago digitales, además de que, dado que la mayoría carece de protección social y cobertura de salud, está procurando la manera de facilitar el acceso, de sus afiliadas, a servicios de salud básicos -incluidos tratamientos-.
“Cuando nosotras hemos llegado, las mujeres nos reciben con alegría y gratitud, porque llevamos cosas sencillas, pero que no habían logrado comprar”, relató Velásquez.
Por su parte, Suleima Ojer, voluntaria de Atrahdom, dijo, también a ONU Mujeres, que, entre las más necesitadas de ayuda, en ese sector laboral, figuran madres solteras y adultas mayores.
Esas mujeres, en particular, requiere apoyo alimentario, económico, y de salud, señaló.
De acuerdo con datos de la asociación, un tercio de las trabajadoras domésticas, en Guatemala, ha perdido sus empleos, y un número mayor ha sufrido reducciones salariales.
Ello, a causa de que, como parte de los devastadores efectos socioeconómicos de la pandemia, el nivel de ingresos de un porcentaje considerable de empleadores también ha descendido, según la misma fuente.
A nivel latinoamericano en general, estas mujeres son severamente golpeadas por la pandemia del virus que causa la Enfermedad Coronavirus 2019 (Coronavirus Disease 2019, Covid-19), según lo informado por organizaciones defensoras de los derechos de esas mujeres en diferentes países.
De acuerdo con estimaciones de organismos internacionales y regionales, en América Latina y el Caribe, de las 11 a 18 millones de personas empleadas en ese campo de trabajo doméstico, 93 por ciento está constituido por mujeres, un 77.5 por ciento de las cuales se desempeña informalmente, sin acceso a protección social ni a condiciones generales de empleo digno.
Al respecto, igualmente citada en la nota informativa de ONU Mujeres, la coordinadora para América Latina, de la Federación Internacional de Trabajadores del Hogar (Fith), la boliviana Adriana Paz, destacó la solidaridad sindical, con esa área laboral, por parte de organizaciones de trabajadores, en el marco de la pandemia.
“Ahí es donde las asociaciones y sindicatos han tenido un papel admirable”, ya que “han hecho recaudación de fondos, casa a casa, a nivel local, y con partidos políticos”, además de que “han organizado ollas comunales, y han comenzado a llevar alimento a sus afiliadas”.
La emergencia sanitaria “ha expuesto la falta de protecciones para el sector de trabajo doméstico, pero también ha demostrado una profunda y poderosa solidaridad que existe entre estas mujeres”, subrayó, refiriéndose al contexto regional.
“Es una movilización de solidaridad en la práctica muy conmovedora”, aseguró, para precisar que “son de las pocas que han llegado, a los vecindarios pobres, a traer esta ayuda humanitaria”, y destacar que “lo hacen con pocos recursos, pero lo hacen con gran cantidad de compasión y solidaridad en el corazón”.
ONU Mujeres también abordó, en la nota informativa, el tema de la reconstrucción socioeconómica posterior a la pandemia mundial.
Se trata de reconstruir mejor, revalorando el trabajo doméstico, además de sensibilizar, a las mujeres de esa área laboral, sobre sus derechos, y proveerles información sobre los mecanismos para garantizarlos, e implica, igualmente, y buscar ayuda, lo que resulta esencial, indicó.
Al respecto, Patricia Castillo, trabajadora doméstica de la costa occidental guatemalteca, señaló que “lo que la mayoría necesitamos es que alguien nos instruya, porque nosotros cuando llegamos a pedir un contrato, no firmamos nada, todo es verbal”.
Al referirse a su caso -con lago de salario mínimo, sin prestaciones sociales, ni vacaciones-, dijo que, “yo acepté las condiciones, por la necesidad que tenía”.