Manifestación 8 de marzo, Mexico D.F.

Millones de mujeres participaron, a nivel mundial, en masivas manifestaciones para conmemorar, el 8 de marzo, el Día Internacional de la Mujer, exigiendo, coincidentemente, igualdad así como el fin de la violencia de género.

En el caso de América Latina, donde la inequidad y los femicidios son parte de la realidad que las mujeres enfrentan cotidianamente, se escuchó, otra vez, “El violador eres tú”, la canción antimachista creada por el grupo chileno Las Tesis, en protesta contra la violencia de género enmarcada en la represión policial antiopositora en la crisis política estallada en octubre en Chile.

Catorce de los 25 países con lo más elevados índices de femicidio, a nivel mundial, están en América Latina, de acuerdo con estimaciones de organismos internacionales.

En Santiago, la capital de Chile -cuyo presidente, el derechista Sebastián Piñera presenta niveles de impopularidad sin precedente para un gobernante, desde el fin de la dictadura militar de 1973-1990-, alrededor de 120 mil mujeres también apoyaron la realización, el 26 de abril, de un referéndum sobre la Constitución –texto que es un vestigio de ese sanguinario y corrupto régimen de facto-.

Respecto a la participación de la población femenina en el referéndum, una manifestante portó un cartel indicando que “No somos princesas, somos cabrones constituyentes”.

Por la mañana, Piñera participó, en el céntrico Palacio de La Moneda –sede del Poder Ejecutivo chileno-, en la conmemoración gubernamental del día.

Durante la actividad, el mandatario pidió un minuto de silencio por las seis víctimas de femicidio en lo que va de este año, y anunció que impulsará un proyecto de ley que, entre otros componentes, apunta a eliminar la espera, de 270 días, a la que están obligadas las chilenas que quieran casarse después de haberse divorciado.

En el mismo lugar, seis días antes, al promulgar una ley que fortalece la legislación vigente de combate a la violencia contra las mujeres, ampliando la tipificación del delito de femicidio, Piñera responsabilizó, a las víctimas, por ese tipo de crimen.

“A veces, no es solamente la voluntad de los hombres de abusar, sino también la posición de las mujeres de ser abusadas. Tenemos que corregir al que abusa, y también tenemos que decirle, a la persona abusada, que no puede permitir que eso ocurra, y que la sociedad entera la va a ayudar en respaldar y evitar que esos hechos sigan ocurriendo”, afirmó Piñera, durante la ceremonia de firma.

Entretanto, en México, nación latinoamericana que es escenario de una ascendente espiral en materia de femicidios, miles de mujeres salieron a las calles de la capital, y otras ciudades a nivel nacional, a exigir que el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador actúe para hacer frente al problema.

Dos de los más recientes femicidios, ocurridos el mes pasado, en el lapso de aproximadamente dos días, conmocionaron a la sociedad mexicana, ya que, en el primer caso, la víctima, identificada como Ingrid Escamilla, de 26 años, fue asesinada, a puñaladas, por su pareja, de 46, con particular brutalidad, y, en el segundo, se trata de una niña de siete años, identificada como Fátima.

De acuerdo con datos de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, 976 femicidios fueron registrados el año pasado, lo que superó los 891 que correspondieron a 2018.

Por su parte, y ante la ausencia de cifras oficiales más actualizadas, organizaciones de derechos humanos han indicado que, en lo que va de este año, se tiene registrados algo más de 260 femicidios -cometidos, en 20 casos, contra menores de 14 años-.

Según datos de organizaciones feministas y agrupaciones defensoras de los derechos humanos, el promedio de femicidios, en México, es de 9 a 10 por día.

Al conmemorar, en la ciudad de Fresnillo, en el central estado de Zacatecas, López Obrador aseguró que la violencia contra niñas y mujeres “no es compatible con nuestros ideales, ni la permitiremos”, y señaló que su administración se esforzará por poner fin a los asesinato de género.

México presenta algunos de los indicadores más altos, mundialmente, en materia de femicidios, con algo más de 3800 registrados en 2019, y con un promedio diario de 10.

También a nivel latinoamericano, Nicaragua es uno de los países que mayor riesgo presenta para las mujeres, en medida considerable, a causa de la violenta crisis sociopolítica que hace casi dos años golpea a esa nación de Centroamérica.

En virtud de la represión policial antiopositora, organizaciones feministas y de derechos humanos optaron, nuevamente, por no llevar a cabio ninguna manifestación antigubernamental masiva en el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer.

Las agrupaciones propusieron que se llevase a cabo actividades reducidas en número de participantes, y, de preferencia, en inmuebles -no en vía pública-.

Sin embargo, de acuerdo con denuncias difundidas por medios de comunicación locales, algunas de esas actividades fueron reprimidas por efectivos de la Policía Nacional.

Entretanto, un día antes de la fecha, el gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), llevó a cabo una manifestación para conmemorar el día.

Al respecto, en su habitual mensaje del mediodía, la vicepresidenta nicaragüense, Rosario Murillo –es posa del presidente Daniel Ortega-, declaró, el 6 de marzo, que la fecha se conmemoraría “sobre todo caminando, fortaleciendo el Orgullo, la Dignidad y la Convicción de Victorias de las Mujeres nicaragüenses”.

“Porque así somos, esa és nuestra Cultura, son nuestros Valores, y vivimos desde esa Cultura y esos Valores que atesoramos. Sabemos que és un Privilegio tener esa Cultura y esos Valores de Familias Cristianas, de Comunidad”, afirmó.

En respuesta, la escritora nicaragüense Gioconda Belli, señaló que el discurso de Murillo se contradice con sus acciones como vicepresidenta.

“No todas las mujeres tienen mentalidad de mujeres. Hay quienes se apegan al concepto patriarcal al poder, y Rosario Murillo es una de ellas, porque maneja el poder peor que un hombre”, afirmó.

Belli reflejó así la caracterización que, del gobierno, la oposición suele expresar, al definirlo como “el régimen Ortega-Murillo”, y calificarlo de dictadura.

Por su parte, las mujeres integrantes de la multisectorial y opositora Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia (ACJD) –entre ellas, Belli- emitió, el 8 de marzo, un pronunciamiento en el cual destacaron la decidida participación de las nicaragüenses en las acciones antigubernamentales.

“Las mujeres que formamos parte de esta agrupación cívica, nacida en el estruendo de la rebelión de abril, nos sentimos orgullosas del papel extraordinario que hemos jugado las nicaragüenses en esta lucha incansable por señalar y reiterar el carácter dictatorial y autoritario del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo”, indicaron, en el texto de seis párrafos.

También reclamaron la necesidad de lograr participación equitativa, de las mujeres, en el ámbito político y en el área de toma de decisiones.

“En estos meses de intenso trabajo hemos reconocido el largo camino que nos falta por recorrer como sociedad para alcanzar la igualdad y paridad en la representación política. Cuando en el futuro nuestras hijas y nietas vean las fotografías de estas jornadas, nos verán en la calle, en las protestas, pero no nos verán representadas adecuadamente en las mesas y directivas donde se toman decisiones”, agregaron, a manera de denuncia.

También revelaron una manera adicional –a las detenciones, y las denunciadas torturas- en que la represión policial antiopositora afecta, en particular, a las mujeres.

“La concentración de la policía en la represión a sus conciudadanos ha desatendido a la población y resultado en múltiples muertes de mujeres, víctimas de violencia doméstica. La epidemia de femicidios, once hasta febrero de este año, más quince femicidios frustrados, da testimonio del machismo violento, lacra de nuestra sociedad”, denunciaron.

Además, aseguraron que el accionar antigubernamental no debilita la lucha por la equidad de género.

“Las mujeres de la Alianza Cívica proclamamos nuestro compromiso de no dejar de lado la lucha por la igualdad mientras avanzamos hacia la derrota de la dictadura”, plantearon, para, a continuación, formular “un llamado a los hombres nicaragüenses a meditar sobre su comportamiento hacia las mujeres, a respetarnos como seres libres, dignas de tomar nuestras propias decisiones sin tener por ello que pagar incluso con nuestras vidas”.

Entretanto, en Brasil, el machismo del derechista presidente y capitán retirado Jair Bolsonaro fue uno de los blancos de condena –además de la inequidad y la violencia de género-.

Brasil, donde las mujeres constituyen algo más de la mitad de los aproximadamente 210 millones de habitantes, es, de acuerdo con estimaciones de organismos internacionales, el país con el quinto más alto índice de femicidios a nivel mundial.

En una de las masivas manifestaciones, una pancarta presentó, respecto a la fuerte estructura patriarcal que afecta a la población femenina, un concepto preciso: “el machismo es un juez que nos juzga al nacer”.