Un grupo de emprendedoras en el sector central de Costa Rica está impulsando una singular manera de producir miel: la meliponicultura.

Si bien su origen data de las milenarias culturas indígenas maya y nahual -que tuvieron fuerte desarrollo, en Centroamérica y México, antes de la colonización española-, esta modalidad de producción -a partir de variantes de abejas sin aguijón, principalmente la Melipona Beecheli- está popularizándose en América.

En el caso de Costa Rica, la iniciativa es llevada adelante por un grupo de productoras en el cantón (municipio) de Pérez Zeledón, en el extremo sur de la Provincia de San José.

Estas emprendedoras pioneras son integrantes de la Asociación de Mujeres Meliponicultoras de Pérez Zeledón, indicó, recientemente, el Instituto de Desarrollo Rural (Inder), al informar sobre el proyecto.

“La ‘meliponicultura’, es una actividad productiva que cada vez gana más terreno en América”, señaló el Inder, en un comunicado que difundió el 29 de julio.

La “principal diferencia con la apicultura tradicional es que las abejas utilizadas no tienen aguijón, lo cual hace más fácil su manejo”, explicó.

“Un claro ejemplo de una abeja de este tipo es la ‘mariola’ o ‘angelita’, que es mucho más pequeña que la melífera tradicional”

La miel así obtenida tiene, entre otros usos, aplicación lo mismo medicinal que cosmética, ya que se maneja como ingrediente de una variedad de cremas, gotas, así como champús, jabones, entre otros productos, de acuerdo con la información oficial.

Las mujeres de la asociación cuentan, para el desarrollo de su actividad productiva, con el apoyo del Inder, lo mismo que del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), en el marco de un proyecto que apunta a mejorar la infraestructura del emprendimiento, informó, además, el instituto.

En parte, la asistencia “consiste en la construcción de un ‘meliponario’, es decir, una infraestructura especializada para (el manejo de) este tipo de abejas”, precisó.

Se trata de que las emprendedoras cuenten con un espacio que proporcione “resguardo a los insectos y que además sirva como cuarto para la extracción de miel y elaboración de productos especializados y de valor agregado”, puntualizó, a continuación.

“El proyecto se encuentra en la fase de construcción” de “14 módulos especializados para la producción de la miel”, explicó el Inder.

Esta obra, que implica la inversión de 126 millones de colones (Algo más de 1.8 millones de dólares), está avanzada en un 50 por ciento, según la agencia estatal especializada.

“Además, el proyecto incluye la dotación de cajas tecnificadas (para la ubicación de las abejas), una herramienta valiosa que ayuda al manejo de la actividad, al tiempo que mejora los rendimientos productivos”, agregó, sin proporcionar detalles adicionales.

A manera de “complemento (…) con recursos del Inder y en coordinación con el departamento de Gestión de Capacidades y Plataformas Territoriales del Inder, se logró (…) una capacitación a 22 personas beneficiarias de esta iniciativa”, informó, asimismo.

El aprendizaje cubrió temas tales como “Biología de las abejas sin aguijón”, “Caracterización de especies de abejas sin aguijón y sus implicaciones de manejo, “Métodos de captura de abejas sin aguijón”, “Diseño y construcción de cajas tecnificadas: multiplicación de Meliponinos”, “Diseño de sitios de producción -meliponarios-”, “Planificación de siembra de plantas melíferas”, “Control de plagas y manejo de las colmenas de meliponinos”.

En similar iniciativa en el sector laboral productivo femenino de Costa Rica, una decena de emprendedoras en el campo apícola (en este caso con manejo de abejas con aguijón) está promoviendo su iniciativa de producción de miel, con el propósito de ampliarla y diversificarla.

El grupo, ubicado en el municipio de Turrubares, cercano a la costa oeste del país centroamericano apunta a incluir, en su oferta, presentaciones creativas.

Participantes en el programa Impulso Rural -componente de la Estrategia Motor Rural, del Inder-, las productoras -quienes son integrantes de la Asociación de Mujeres Apícolas Ecologistas de San Pedro de Turrubares (Amaespet)- recibieron el apoyo oficial monetario consistente en una donación de cinco millones de colones (alrededor de ocho mil dólares).

Amaespet -que beneficia, directamente, a sus 10 integrantes, e, indirectamente, a otras 32 personas- es una de las 61 organizaciones apoyadas por el programa Impulso Rural, que, según la descripción oficial, es un componente de la Estrategia Motor Rural.

El programa está orientado a apoyar la reactivación económica de las organizaciones productivas afectadas por la pandemia mundial del nuevo coronavirus, emergencia sanitaria que también está golpeando a Costa Rica.

La estrategia está diseñada para promover acciones que procuren proporcionar apoyo integral a actividades económicas claves, priorizando al sector turismo, en los 29 Territorios Rurales, delimitados a nivel nacional por el instituto.