La presidenta de la Comisión Europea, la alemana nacida en Bélgica Ursula Von der Leyen, aseguró que el incidente protocolario machista ocurrido el mes pasado en Turquía, durante una reunión de alto nivel, ocurrió porque es mujer.
Al reflexionar, el 26 de abril, en un mensaje que dirigió al Parlamento Europeo, con sede en Bruselas -la capital de Bélgica-, Von der Leyen -la primera mujer quien desempeña el cargo- aseguró que lo ocurrido hace casi un mes indica que la sociedad, en términos amplios, está lejos de lograr plena igualdad de género.
El hecho ocurrió en el marco de la reunión que la funcionaria regional y el presidente del Consejo Europeo, el belga Charles Michel, desarrollaron, el 6 de abril, en el Palacio Presidencial, en Ankara -la capital turca-, con el presidente del país euroasiático, Recep Tayyip Erdogan.
El encuentro, según lo declarado, posteriormente, por los altos funcionarios visitantes, apuntó a mejorar la tensa relación entre Turquía y la Unión Europea (UE), en particular, a causa de las persistentes violaciones a los derechos humanos -incluidos los derechos de las mujeres- en esa nación.
Informaciones periodístiocas internacionales registraron el protocolario saludo, entre Erdogan y los jerarcas de la UE, frente al área de ingreso a las instalaciones, seguido por la llegada, de los tres, al salón en el cual se desarrolló la actividad.
Fotografías y videos tomados por diversos medios, muestran que, en el lugar, se ubicó solamente dos sillas -respectivamente, delante de las banderas de la UE y turca-, en las cuales se sentaron Erdogan y Michel, dejando de pie, a Von der Leyen.
Sin titubear, Michel toma asiento, junto a Erdogan, mientras mira a Von der Leyen.
En algunos de los videos se escucha, a la sorprendida presidenta de la comisión -el Poder Ejecutivo de la UE, en la estructura de gobierno del bloque integracionista-, expresar “ahm”, mientras hace un gesto, con su mano derecha, indicando que no se había previsto un lugar, para ella, junto a sus dos pares.
Los encargados del machista protocolo turco, ubicaron, a Von der Leyen, en un cercano y amplio sofá, frente, en igual mueble, al canciller de Turquía, Mevlut Cavusoglu -un funcionario jerárquicamente inferior a la presidenta de la Comisión Europea-, según se observa en diversas imágenes.
De acuerdo con la estructura jerárquica de la UE, Von der Leyen y Michel tienen igual rango.
Al respecto, en conferencia de prensa llevada a cabo en la sede de la comisión, un día después de los bochornosos acontecimientos en Ankara, el portavoz jefe de la institución, el francés Eric Mamer, explicó que, “lo que puedo decir es que el nivel de protocolo de nuestra presidenta es exactamente el mismo que aquel del presidente del Consejo Europeo”.
En el mismo sentido, en una nota informativa que difundió dos días después del incidente, la cadena de televisión informativa estadounidense Cable News Network (CNN) indicó que “como líder de la Comisión Europea -el Poder ejecutivo y la institución más poderosa de la Unión Europea, von der Leyen es una de las mujeres más influyentes del bloque”, agregando que la democratacristiana, “antes, fue ministra de defensa de Alemania” (2013-2019).
En su alocución en el Parlamento Europeo -la primera mención del hecho, en ese organismo-, Von der Leyen preguntó, a manera de reflexión: “habría sucedido esto si yo vistiera saco y corbata?”, informó el diario estadounidense The New York Times.
Asimismo, puntualizó que, “en las fotografías de reuniones previas” de Erdogan con autoridades de la UE, “no vi que faltaran sillas”.
“Tampoco vi a ninguna mujer, en estas fotografías”, destacó.
La jerarca de la UE hizo referencia a encuentros entre ambas partes, como el llevado a cabo en 2017, con participación de Erdogan, así como del polaco Donald Tusk, y el luxemburgués Jean-Claude Juncker, quienes entonces se desempeñaban como presidentes, respectivamente, del Consejo Europeo y de la Comisión Europea.
Respecto a lo ocurrido el mes pasado, Von der Leyen expresó, a los europarlamentarios, que, la revisión de diferentes documentos de la UE no condujo a hallar “ninguna justificación para la forma en que fui tratada”.
“Por lo tanto, debo llegar a la conclusión de que ocurrió porque soy mujer”, señaló.
En su condición de canciller de un régimen autoritario, Cavusoglu dio, en conferencia de prensa televisada el 8 de abril, en Ankara, la versión oficial local de lo ocurrido.
“No queríamos venir con una declaración, pero hay acusaciones injustas hacia Turquía, sobre la importancia que damos a las mujeres, y otros temas”, expresó el ministro, quien subrayó que Turquía es un país bien establecido, que frecuentemente recibe huéspedes, y a todo nivel”.
“Las reuniones -especialmente, en Turquía- se llevan a cabo dentro del marco de la reglas internacionales de protocolo, y de la hospitalidad turca”, aseveró.
“En cada visita, cuando vamos o aceptamos visitantes, los equipos de protocolo se juntan antes de la visita, y hablan sobre las regulaciones”, planteó, además de afirmar que grupos de trabajo, en ese campo, de las dos partes, se reunieron antes de la llegada de Von der Leyen y Michel.
“Turquía ha cumplido las exigencias de la arte de la UE durante la reunión que ocurrió en el salón de los presidentes”, siguió afirmando.
“En otras palabras: los asientos fueron dispuestos según las sugerencias de la parte de la EU” indicó, para dar fin a sus declaraciones sobre el tema, con un abrupto: “punto final”.
En materia de violencia de género, Erdogan anunció, el 21 de marzo de este año, la decisión de retirar, a Turquía, de la Convención del Consejo de Europa para la Prevención y el Combate a la Violencia Contra las Mujeres y la Violencia Doméstica -más conocida como la Convención de Estambul-.
El instrumento, que fue abierto a la firma, en esa ciudad turca, el 11 de mayo de 2011, apunta a prevenir la agresión de género en cualquiera de sus formas, a proteger a las víctimas, y a poner fin a la impunidad de los perpetradores.
Para marzo de 2019, 45 países habían firmado la convención, y Turquía se convirtió, el 12 de marzo de2012, en el primer país que la ratificó -para, nueve años después, retirarse, mediante decreto-.
La decisión de Erdogan constituyó un severo golpe, a las mujeres del país, en general, y al movimiento que defiende sus derechos, habiendo generado fuertes críticas de autoridades de la UE.
En tal contexto, Von der Leyen exhortó, entonces, al mandatario turco, a dejar sin efecto su decisión.
Ahora, en su alocución en el parlamento regional, respecto al incidente del mes pasado, Von der Leyen aseguró que “me sentí dolida y sola, como mujer y como europea”.
Además, reflexionó y advirtió que lo ocurrido demuestra “lo lejos que todavía estamos de que, a las mujeres, se les trate como a iguales”.