Los femicidios presentan, este año, en Uruguay, una tendencia alcista, con veintiuna mujeres asesinadas durante el período enero-octubre de este año, lo que significa cinco casos más que los registrados durante igual lapso del año pasado, de acuerdo con los más recientes datos del Ministerio del Interior (MI).
Además, el total de intentos de este tipo de crimen, durante los mismos 10 meses de 2021, fue casi el mismo que los asesinatos perpetrados, habiendo totalizado 17, según las cifras oficiales.
Una información adicional mostró que casi la mitad de los agresores se quitó la vida inmediatamente después de haber cometido el delito, según los números que fueron calculados por la Dirección Nacional de Políticas de Género del MI, y revelados por el titular del ministerio, Luis Alberto Heber, en conferencia de prensa llevada a cabo el 28 de noviembre.
Participante en el diálogo con periodistas, la vicepresidenta uruguaya, Beatriz Argimón
-una defensora de los derechos de las mujeres-, resaltó, como medida de trascendencia, el hecho de que la División de Políticas de Género del MI fue elevada a la categoría de Dirección Nacional.
En cuanto a la más brutal variante de violencia machista, Heber indicó que, de acuerdo con los datos de la secretaría a su cargo, al sumarse los femicidios y las tentativas, el promedio resultante, para los 10 meses de este año estudiados, indica que un incidente, en cualquiera de las dos variantes, ocurrió cada ocho días.
El ministro señaló, asimismo, en las declaraciones reproducidas por medios de comunicación nacionales, que, en el contexto general, también aumentaron los casos de femicidio íntimo -perpetrado por un agresor quien mantenía, con la víctima, una relación de pareja, de ex pareja, o un vínculo sexoafectivo-.
Este dato ubicó en 90,5 por ciento, de los casos generales, los incidentes de esta índole, lo que muestra un considerable aumento respecto al 82.2 por ciento que correspondió a 2019, y un alza aun mayor en cuanto al 68.8 por ciento contabilizado para 2020, según la isma fuente, quien puntualizó que, en 66 por ciento de los casos, la víctima convivía con el atacante.
Además, se determinó que 71 por ciento de las asesinadas era responsable de menores y adolescentes, informó Heber.
Respecto al instrumento utilizado para cometer los crímenes, en 48 por ciento de los casos, la agresión fue perpetrada con arma punzocortante, mientras que en 29 por ciento se usó arma de fuego, precisó el funcionario, en la conferencia de prensa enmarcada en el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, que -por decisión de la Asamblea General de las Naciones Unidas, adoptada en 1999- se conmemora, anualmente, el 25 de noviembre.
También señaló que la fuerza física -golpes incluidos- fue el medio usado en 19 por ciento de los casos, mientras objetos pesados constituyeron el arma en cuatro por ciento.
En cuanto a los espacios donde los asesinatos tuvieron lugar, los cálculos oficiales revelaron que 86 por ciento fue perpetrado en el lugar de residencia, mientras que otro 10 por ciento ocurrió en vía pública.
Durante la actividad, Heber expresó, en relación con los números, que es preocupante “el solo hecho de que se mantengan algunos datos”.
Al respecto, planteó que, para combatir los femicidios, “tenemos que gestionar muchos esfuerzos”, y precisó que ello debe llevarse a cabo, “sobre todo, en la capacitación y la concientización de este delito”.
En lo que tiene que ver con esta modalidad de violencia de género, dijo que, en su origen, “hay aspectos culturales y educativos, pero no por ello podemos no hacernos responsables de la violencia que sucede”.
Por su parte, la titular de la Dirección Nacional de Políticas de Género del MI, Angelina Ferreira, dijo que, en 2021, “la violencia femicida se dio contra mujeres más jóvenes”.
En tal sentido, puntualizó que casi la mitad de la víctimas -48 por ciento- se ubicó en el rango etario de 18 a 32 años.
“Los datos reflejan, una vez más, que, hoy en día, el ámbito más peligroso, para las mujeres, es el doméstico”, reveló, para advertir, a continuación, que el mayor riesgo es generado por personas quienes constituyen “los vínculos más cercanos” de las mujeres.
La experta hizo, así, alusión a lo indicado en la información oficial el sentido de que “la mayoría de las denuncias de violencia doméstica fue contra parejas, ex parejas o vínculos sexoafectivos (60,7%), seguido de familiares ‘consanguíneos o políticos’ (38,8%) y, en menor medida, hacia personas que convivían con la víctima pero no eran ni pareja ni familiares (0,5%)”.
Asimismo, “75,8% de las denunciantes eran mujeres, en tanto 77,9% de los indagados eran varones”.
Como información complmentaria, “los tipos de violencia más denunciados fueron la psicológica (47,8%) y la física (40,7%)”, y, en menor medida, económica/patrimonial (7,8), así como sexual (3,4).
Las denuncias también revelaron la presencia de menores o adolescentes durante el desarrollo de 49,3 por ciento de los incidentes -en 3.4 por ciento de los cuales se determinó presencia de arma de fuego-.
En cuanto a lo que fue definido como la jerarquización de la División de Políticas de Género, a Dirección Nacional, Argimón expresó que “no es lo mismo la señal institucional que se brinda, hacia adentro y hacia afuera de la institución, cuando se jerarquiza, a nivel de estructura, el lugar que se les da a los temas”.
La medida, “marca la importancia que le da, el gobierno, a la lucha contra la violencia hacia la mujer”, puntualizó.
La vicepresidenta agregó, a manera de reflexión, que, “lo mío, es un agradecimiento hacia que este paso se haya dado”, y subrayó que “no lo hago como vicepresidenta ni como política, lo hago como mujer militante”.