Chile propuso, durante una reunión regional de alto nivel, la creación de una alianza con el propósito de lograr la amplia participación, de las latinoamericanas y las caribeñas, en la era de la digitalización, principalmente en el área de la economía.
Se trata, entre otros objetivos, de cerrar la brecha digital de género, explicó Mónica Zalaquett, ministra de la Mujer y Equidad de Género de ese andino país sudamericano, al participar, el 23 de febrero, en la primera de tres jornadas de la 60 Reunión de la Mesa Directiva de la Conferencia Regional de la Mujer de América Latina y el Caribe.
El objetivo central de la propuesta consiste en “la digitalización de las mujeres” del área, explicó Zalaquett.
Es necesario lograr “la participación plena de las mujeres en la economía digital”, agregó, al exponer en el encuentro organizado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) y la Entidad de las Naciones Unidas para Igualdad de Género y el Empoderamiento de las Mujeres (ONU Mujeres).
La ministra precisó que “esta alianza busca, en primer lugar, llamar a los países de la región a adoptar medidas destinadas a cerrar la brecha digital de género, de acuerdo con las necesidades de cada nación y en las áreas identificadas como prioritarias por la Coalición de Acción Global de Tecnología e Innovación”.
También procura “la formación de un grupo de trabajo que defina acciones comunes de carácter regional que impulsen una transformación digital inclusiva, con perspectiva de género”, continuó explicando.
Igualmente, prevé “la creación de una plataforma virtual colaborativa que sirva como lugar de formación, construcción de redes, e intercambio comercial, para las mujeres de la región en el área de tecnología e innovación”, según la jerarca gubernamental.
Al respecto, Zalaquett, una comunicadora social y empresaria, puntualizó que, “en esta plataforma, los países de la región pondrían a disposición cursos de formación en cuestiones digitales”.
Simultáneamente, “generarían un espacio para la conformación de redes de mujeres vinculadas a la industria digital, y un posible espacio de mercado para promover el intercambio comercial dentro de estos rubros”, dijo, a continuación.
La ministra exhortó, además, a los países del área, a incorporarse la unión regional propuesta, “para que, como región, llevemos la delantera en la transformación digital inclusiva por el futuro de las mujeres”.
Por otra parte, Zalaquett subrayó la necesidad de que “las mujeres tengan un papel igualitario en la toma de decisiones, cuenten con las herramientas para estar a la vanguardia de la revolución digital, participen en la elaboración de respuestas al cambio climático, y estén en el centro de las estrategias de respuesta y de cooperación” en lo que tiene que ver con la pandemia mundial del nuevo coronavirus.
Al participar en el cónclave, la secretaria ejecutiva de la Cepal, la mexicana Alicia Bárcena, expresó beneplácito por la propuesta chilena.
“La integración de las mujeres a las tecnologías digitales, apoyará el desarrollo sostenible”, expresó Bárcena, una bióloga y experta en administración pública, quien aseguró que la recuperación respecto a la crisis sanitaria global implica, entre otros “elementos indispensables (…) las políticas de empleo”.
“Hasta ahora, las mujeres de los hogares más pobres, carecen de protección laboral, y han sido expulsadas del mercado de trabajo durante la pandemia, además de tener barreras de acceso a los servicios financieros y a la economía digital, lo que genera aún más desigualdad socioeconómica y pobreza”, señaló.
“Aquí, encajaría la alianza planteada por Chile, ya que las mujeres ampliarían su participación en el mercado laboral, al contar con capacitación igualitaria para el uso de las tecnologías digitales”, reflexionó.
Bárcena denunció, asimismo “la persistencia de los modelos patriarcales, reflejados en los niveles de violencia doméstica -agudizados durante el confinamiento (cuarentena por la pandemia)- y en la división del trabajo por géneros”.
“Esta división da lugar a la concentración de las mujeres en sectores de baja calificación, muy afectados por la pandemia”, advirtió, para agregar que “la mayoría de las mujeres está en la primera línea de respuesta, y lleva la mayor carga del trabajo (doméstico) de cuidados no remunerado”.
En ese sentido, la jerarca de la Cepal precisó que “transitar a una sociedad del cuidado” es el principal componente de la recuperación luego de la pandemia, “porque esto va a tener efectos multiplicadores en la mejoría de la sociedad, de todas las familias”.
“Necesitamos invertir en una economía del cuidado que sea remunerada, que tenga la infraestructura necesaria”, agregó, para vaticinar que, “de esta economía, surgiría una sociedad del cuidado: el cuidado del planeta, de la familia, y de la salud”.
Otro factor clave, “para la recuperación sostenible, se refiere a la integración digital”, expresó Bárcena, y se refirió a lo que describió como “el costo de una canasta básica digital”.
Al citar como ejemplo la proyección para Chile, dijo que “se compensa con creces”.
La funcionaria comenzó a explicar que “costaría el 0,3% del Producto Interno Bruto, pero beneficiaría de una manera muy importante a 13,9% de las mujeres”, y aclaró que ese cálculo “variaría según el país, por lo que sería mayor en las naciones menos desarrolladas en el sector digital”.
En nueva referencia a la patriarcal distribución del trabajo, propuso que, en este campo, “para desatar los nudos de la desigualdad de género, es indispensable empezar por otorgar un ingreso básico de emergencia a las mujeres dedicadas al cuidado de sus familias durante la pandemia”.
En este sentido, sugirió, de inmediato, la construcción de “un pacto fiscal que incorpore la igualdad de género, que amplifique los ingresos, que iguale oportunidades, y que abra espacios de participación laboral formal”.