En una particularmente machista afirmación, un dirigente político de India afirmó que, en el caso de ser violada, una mujer quien se respete a sí misma debe suicidarse o evitar que el hecho se repita.

El personaje es Mullappally Ramachandran, presidente del histórico y centroizquierdista partido Indian National Congress (Congreso Nacional Indio, INC) en el sureño y costero estado de Kerala, quien, según versiones periodísticas locales, así procuró desacreditar la denuncia de Saritha Nair, una mujer quien ha acusado, a otro alto dirigente del partido, de haberla atacado sexualmente.

Nair está involucrada en un escándalo generado por un caso de estafa ocurrido hace siete años en Kerala, de acuerdo con las mismas fuentes.

“Cualquier mujer con autoestima morirá o evitará ser nuevamente violada”, aseguró Ramachandran, un ex integrante del parlamento de Kerala, durante un acto público de oposición al izquierdista gobierno de ese estado.

En opinión del dirigente -empeorando el insulto anterior-, “nadie puede confiar en una mujer quien, públicamente, dice que fue violada”.

Según los más recientes datos sobre el delito de violación en India, el Servicio Policial Indio (Indian Police Service, IPS) -la policía nacional-, 32,500 casos de violación -casi 90 por día- fueron registrados en 2017.

Respecto a incidentes de violencia de género, la gubernamental Oficina Nacional de Registros Delictivos (National Crime Records Bureau, NCRB), indicó, en el informe que emitió al final de 2019, que 359,849 casos fueron contabilizados también para 2017.

Las afirmaciones de Ramachandran fueron enérgicamente refutadas por la ministra de Salud de Kerala, KK Shailaja, quien, citada por el diario The Indian Express, aseguró que las ofensivas expresiones del dirigente exhiben su estructura mental respecto a la población femenina.

“Él dice que, si las mujeres violadas tienen autoestima, se matarán”, señaló Shailaja.

“La violación es culpa de una mujer?”, preguntó, a continuación, para agregar: “las mujeres no se suicidan por falta de autoestima?”.

“Una mujer sometida a violación no es una delincuente” sino que “los que cometen violación son los delincuentes”, razón por la cual “tienen que ser castigados”, aseguró.

Al referirse a los efectos de esa brutal forma de agresión de género, Shailaja puntualizó que “las mujeres experimentan gran trauma físico y mental”.

Por lo tanto, “decir que deben matarse, habla de una persona con una mente peligrosa”, además de que “esto es completamente equivocado”, advirtió.

En posteriores declaraciones, Ramachandran expresó arrepentimiento respecto a lo que dijo.

El agresor verbal afirmó que, “si estas declaraciones fueron caracterizadas como dirigidas a alguien en articular, expreso que lo lamento”, y aseveró, además, que, “si estas declaraciones fueron malinterpretadas como antimujer, en el algunos sectores, no es correcto”.

El dirigente del INC -organización política clave en la independencia de India (agosto de 1947) respecto al imperio colonial británico, entonces dirigida por el principal líder nacionalista, Mahatma Gandhi (1869-1948)- formuló las declaraciones poco más de cinco meses después de que un juez también insultó a las mujeres víctimas del máximo abuso sexual.

Krishna Dixit, juez en el también costero y sureño estado de Karnataka -fronterizo con Kerala- afirmó, el 22 de junio, en un juicio referido a un caso de violación, que, al haberse dormido después de sufrir la agresión, la víctima no reaccionó como lo hacen las mujeres del país ubicado en el sureste asiático.

Al cuestionar los planteamientos de la agredida, en la denuncia penal, Dixit, magistrado de la Alta Corte de Karnataka otorgó, al acusado, el beneficio del pago de fianza, en lugar de aplicarle la medida cautelar de prisión preventiva, según informaron medios de comunicación indios.

La agresión ocurrió una noche de mayo, cuando el acusado -a quien se identificó como Rakesh B- acompañó a la víctima -su empleadora, cuyo nombre no fue dado a conocer- a la oficina de la mujer, donde la violó, según las mismas fuentes.

“La explicación ofrecida por la demandante, de que, después de la perpetración del acto, se sintió cansada, y se durmió, es impropia de una mujer india”, afirmó el juez, en cuya opinión “esta no es la manera en que nuestras mujeres reaccionan cuando son violadas”.

El juez no explicó el fundamento de la misógina categorización de la población femenina nacional como “nuestras mujeres”, como tampoco lo hizo respecto a la implícita justificación, como un hecho socialmente aceptable, de que las mujeres sean violadas.