La organización 100 + Mujeres por Honduras se declaró en disposición de combatir la corrupción y el narcotráfico en el país centroamericano, y planteó, a autoridades estadounidenses, la necesidad de medidas drásticas en ese sentido.
Al formular los planteamientos, en un comunicado, la agrupación se dirigió a la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris -la primera mujer, además de mestiza, quien desempeña el cargo-, y a la congresista demócrata Norma Torres -la primera integrante de la Cámara de Representantes de ese país, nacida en Guatemala-.
Por otra parte, durante un plantón llevado a cabo frente a la sede de la Embajada de Estados Unidos en Honduras, varias integrantes del grupo exigieron, al gobierno del presidente Joe Biden, que cese el apoyo a la administración del mandatario hondureño, Juan Orlando Hernández, a la que describieron como un “narcogobierno”.
En la exhortación a Harris y a Torres, 100 + expresó que, “de mujeres a mujeres les decimos: es imperativo que juntemos esfuerzos y así recobremos la dignidad mancillada de nuestro pueblo y le devolvamos a nuestros hogares y futuras generaciones la esperanza de ver un país justo y democrático, respetuoso de las leyes y los derechos humanos, gobernado por sus mejores hijas e hijos”.
Al respecto, la agrupación propuso, a la vicepresidenta y a la congresista, “que se tomen medidas como el recorte en el financiamiento a las FF.AA. (Fuerzas Armadas) de Honduras”.
“Kamala, Norma ¿Nos sumamos las mujeres para combatir la corrupción, impunidad y narcotráfico en Honduras? De lo contrario migramos todas”, expresó, en el comunicado emitido el 8 de abril.
En este sentido, hizo alusión al recurrente desplazamiento de grupos de miles de ciudadanos del Triángulo Norte Centroamericano -El Salvador, Guatemala, Honduras- hacia Estados Unidos, huyendo de la inseguridad, la pobreza, la falta de oportunidades que enfrentan en sus respectivos países de origen.
El Triángulo Norte es considerado como una de las regiones más violentas a nivel mundial, lo que incluye el accionar de maras -pandillas-, redes de crimen organizado, y agresión de género.
La organización explicó que se pronunció “en representación de las 4.8 millones de mujeres hondureñas, de las cuales más del 34% ejercemos el rol de cabezas de hogar en Honduras, representado el 38% de la fuerza laboral y quienes somos el baluarte donde se construyen y fundamentan los valores y los principios de nuestra sociedad”.
“Asimismo, somos las principales víctimas de la violencia que desencadena la corrupción e impunidad, en sus múltiples manifestaciones, entre ellas (…) femicidio, explotación laboral y demás vejámenes que originan la expulsión, la migración forzada de nuestro país, a veces solas, en otras ocasiones acompañadas de nuestros hijos”, agregó.
Las integrantes de la organización también precisaron que nacionales de Honduras
-hombres, así como mujeres, algunas de ellas embarazadas, además de niños, no acompañados en alto número- constituyen “el 70% de los seres humanos con nombres y apellidos, que se postran en la frontera entre México y EE.UU., en un éxodo que tiene como génesis una administración perversa donde impera y opera la narco dictadura ilegítima de Juan Orlando Hernández Alvarado”.
Así hicieron mención de los miles de centroamericanos quienes se encuentran en ese límite terrestre binacional que se extiende 3155 kilómetros, a la espera de ingresar a Estados Unidos, en procura de oportunidades.
En alusión a Hernández -popularmente conocido como JOH, por sus iniciales-, declararon que “observamos horrorizadas, pero no impasibles, como el mismo usurpador que se impuso mediante un fraude y una reelección inconstitucional (en 2017), avalada por la administración del expresidente Donald Trump y la Organización de Estados Americanos (OEA), ahora es señalado directamente como un narcotraficante por la Fiscalía de la Corte del Distrito Sur de New York”.
Esto último, constituye un “hecho que como hondureñas nos llena de vergüenza y preocupación ante las intenciones de JOH de mantenerse el poder por miedo a una extradición, proceso que debe ser un hecho consumado a la brevedad, a razón de ser dicha fiscalía la que cuenta con las evidencias”.
Las integrantes de 100+ aludieron a procesos judiciales estadounidenses, uno de ellos contra Antonio “Tony” Hernández -hermano de JOH y ex diputado-, quien fue recientemente hallado culpable de delitos relacionados con el narcotráfico.
En cuanto al presidente hondureño, plantearon que “su extradición (al país norteamericano), juicio, condena y sentencia” es “uno de los primeros pasos para limpiar a nuestra patria del oprobio y la corrupción en la que nos han enlodado, las bandas del crimen organizado que operan internacionalmente”
“En tal sentido, exigimos a los Estados Unidos (…) actúen de manera frontal, directa y contúndete contra la corrupción y el narcotráfico, que ha secuestrado las instituciones de Honduras, entre ellas la Corte Suprema de Justicia y el Ministerio Publico”, indicaron, a continuación.
Ello, “sin obviar, que existe una corresponsabilidad entre los países de producción, tránsito y destino de la drogas, para erradicar esta enfermedad, que día a día se cobra un alto saldo en vidas humanas”, denunciaron.
Durante el plantón llevado a cabo el 7 de abril en Tegucigalpa, la capital nacional, frente a la sede diplomática, las manifestantes de 100+ formularon similares planteamientos.
Al respecto, la periodista y escritora Iris Mencía, una de las organizadoras, declaró, durante la actividad, al medio electrónico de información hondureño Criterio.cr, que “ellos (las autoridades estadounidenses) deben, realmente, pensar que no tienen por qué apoyar un narcogobierno, porque tanto somos afectados aquí, como pueblo, como es afectado el pueblo norteamericano, por la cocaína”.
En cuanto a Honduras y a los procesos judiciales por narcotráfico, aseguró que “reconocemos que aquí no hay justicia, que es un Estado sin justicia, y que es un poco penoso que tengan que aplicar la justicia ellos (la justicia estadounidense)”.
Al destacar el llamado que las manifestantes formularon, en términos similares al comunicado, a Harris y a Torres, explicó que “el mensaje, para los gringos, en palabras simples”, es que “ya no aguantamos a este tipo (JOH), y que si ellos siguen apoyando gobiernos corruptos o gobiernos narcolavadores tenemos que migrar todos y todas”.
Mencía subrayó, además, que “las mujeres somos las más vulnerables, respecto a todo lo que pasa: corrupción, lavado, narcotráfico”.