Una mujer transgénero está rompiendo las barreras de prejuicios en Estados Unidos: se convirtió en la primera, en la historia de ese país, quien se incorpora al gabinete ministerial.
La pediatra y docente universitaria Rachel Levine, logró otro hecho sin precedente: es la primera mujer trans cuya designación fue confirmada, por el Senado estadounidense.
La postulación, en enero, por parte del entonces presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, de Lavine, para el cargo de subsecretaria del Departamento de Salud y Servicios Sociales (Department of Health and Human Services, HSS), logró, el 24 de este mes, la aceptación de los 50 senadores oficialistas demócratas, más dos opositoras -las republicanas Lisa Murkowski, Susan Collins-, en una ajustada votación -52 a 48- que virtualmente se ajustó a las alineaciones partidistas de la cámara alta norteamericana.
Levine, de 63 años, venía desempeñándose, desde 2017, como titular del Departamento de Salud del oriental y costero estado de Pennsylvania, y Biden la anunció, el 19 de enero de este año -un día antes de ser juramentado como el 46 gobernante del país norteamericano-, como su candidata a la subsecretaría.
En ese cargo, se destacó en el manejo, en Pennsylvania, de la fuerte afectación que, en Estados Unidos, ha tenido la pandemia mundial del nuevo coronavirus -que había generado, en el país, al 26 de marzo, alrededor de 30.1 millones de casos, de los poco más de 126 millones a nivel mundial, la cifra más alta, hasta ahora, registrada en un país-.
En declaraciones que formuló el 19 de enero, Biden destacó rasgos de la personalidad de la profesional.
“La doctora Rachel Levine, traerá el estable liderazgo y la esencial experiencia que necesitamos para que la gente pase esta pandemia -sin importar código postal, raza, religión, orientación sexual, identidad de género, ni discapacidad-, y cubrir las necesidades de nuestro país, en este crítico momento, y más allá”, expresó.
“Ella es una opción histórica, y profundamente calificada para conducir los esfuerzos de salud de nuestro país”, agregó.
Por su parte, la entonces vicepresidenta electa, la primera mujer y afroasiática en el cargo, Kamala Harris, declaró ese día, que deseaba participar, con Levine, en el esfuerzo por lograr la reconstrucción nacional “de una manera que rescate a todos”.
“La doctora Rachel Levine es una notable servidora pública, con el conocimiento y la experiencia para ayudarnos a contener esta pandemia, y proteger y mejorar la salud y el bienestar del pueblo estadounidense”, agregó Harris -cuya madre era oriunda de India y su padre era originario de Jamaica-.
La profesional se unirá, en el gabinete de Biden, al titular de HHS, Xavier Becerra, hijo de un trabajador estadounidense de origen mexicano -criado en la noroccidental ciudad de Tijuana, fronteriza con Estados Unidos, específicamente con la ciudad de San Diego-, y de una mexicana nacida en Guadalajara -la capital del occidental y costero estado mexicano de Jalisco-.
Respecto a la constitución del gabinete ministerial de la presente administración, Patty Murray, integrante de la bancada de 50 senadores del gobernante Partido Demócrata, expresó, momentos antes de la votación en la cámara alta, que “siempre he dicho que la gente, en nuestro gobierno, debe reflejar a las personas a las cuales (la administración) sirve”.
“Y, hoy, daremos un nuevo, histórico paso hacia lograr esa realidad”, agregó, para declarar que “me siento orgullosa al votar por la doctora Levine, e increíblemente orgullosa del progreso que esta confirmación representará, para nuestro país y para las personas transgénero, a nivel nacional, quienes hoy están observando”.
También, describió a la médica como una “voz de confianza” en temas tales como equidad en salud, y atención médica para la comunidad sexualmente diversa, entre otros.
Fuera del ámbito senatorial, la confirmación de Levine -aproximadamente un mes después de la audiencia de confirmación llevada a cabo en el Senado- recibió el elogio de organizaciones defensoras de los derechos de la población de lesbianas, gays, bisexuales, transgéneros, e intersexuales (Lgbti).
Estas agrupaciones coincidieron en destacar la diferencia de actitud entre la homofobia -particularmente, la transfobia- de los seguidores del cuestionado derechista ex presidente (2017-2021) estadounidense Donald Trump, y la apertura, a la diversidad en general, de la actual administración -instalada el 20 de enero, para cubrir el período 2021-2025-.
“En un momento en el cual políticos de odio están convirtiendo, las vidas trans, en armas para su propio beneficio político, según su percepción, la confirmación de la doctora Levine permite enfocar los aportes que las personas trans hacen a nuestra nación”, declaró la ex alcaldesa de la sureña ciudad de Houston, Annise Parker, quien preside Victory Institute (Instituto Victoria), organización no gubernamental que recluta y apoya candidatos de la comunidad Lgbti a cargos de elección popular.
Pero las voces conservadoras transfóbicas también se hicieron oír.
En un agresivo interrogatorio, durante la audiencia de confirmación en el Senado, el 25 de febrero, el opositor Rand Paul -un oftalmólogo integrante del sector ultraderechista del Partido Republicano-, preguntó, a Levine: “cree usted que los menores son capaces de tomar una decisión que cambia la vida, como el cambio de sexo?”, además de comparar el procedimiento médico del caso, con la “mutilación genital”.
La entonces candidata a la subsecretaría, respondió que “la medicina transgénero es un campo tan complejo y con tantos matices, colmado de investigación y estándares de cuido robustos, que se han desarrollado”.
Y agregó: “si soy lo suficientemente afortunada como para ser confirmada como subsecretaria de Salud, esperaré, con interés, trabajar con usted, y su oficina, y llegar a su oficina y hablar de los aspectos particulares de los estándares de cuido para la medicina transgénero”.
Respecto al rechazo del que es objeto por parte de sectores conservadores de la sociedad estadounidense, Levine declaró, en 2016, al diario The Washington Post, que, “con muy pocas excepciones, el hecho de que soy transgénero no es un problema”.
Pero aseguró que, no obstante ello, “confío mucho en quién soy”.
Entre las agresiones verbales y amenazas que la médica ha recibido por su orientación sexual, figuran las formuladas, en la red social Facebook, mientras fue secretaria de Salud de Pennsylvania, por una agrupación ultraderechista de agentes policiales, lo mismo en actividad que en retiro, de la ciudad de Pittsburgh -en ese estado-.
En un amenazante mensaje, un integrante del grupo -Pittsburgh Area Police Breakroom (Salón de Descanso de la Policía del Área de Pittsburgh)- escribió: “Alguien tiene que dispararle a esa cosa!!” (“Someone needs to shoot this thing!!”).